El Museo del Vino de Valdepeñas ha presentado hoy las dos actividades que realizará durante las Fiestas del Vino. Una será para público infantil y la otra para personas con discapacidad visual. Para ambas, que son gratuitas, habrá que inscribirse en el propio museo, llamando por teléfono (926 32 11 11) o yendo personalmente.
En el caso de la primera, llevará el nombre de 'El gigante Kiko' e irá destinada a niños de entre 6 y 8 años para que comiencen a adentrarse y a entender la cultura del vino. Tienen que ir acompañados por un adulto y el número máximo por grupo será de 15 personas. Se llevará a cabo los días 5 y 6 de septiembre a las 11:00 horas.
A través del gigante Kiko se dará a conocer el mundo del vino a los niños. Se les leerá un cuento y podrán interactuar entre todos para aprender. Tendrá una duración aproximada de hora y media y al finalizar la actividad se les entregará a todos los participantes una lámina con el dibujo de una cepa para que la puedan colorear en casa.
La segunda actividad presentada ha sido una cata para personas con discapacidad visual total o parcial. Algo nunca hecho en Valdepeñas y que tanto al gerente del Museo, Manuel López, como al enólogo, Federico Lucendo les hace mucha ilusión. "Venimos trabajando con la ONCE durante este tiempo y estamos adaptando el museo a las personas con discapacidad visual, por lo que hacer algo así nos llena de orgullo", asegura el gerente.
La cata, organizada por Selección Lucendo y la Fundación Museo del Vino de Valdepeñas, se celebrará el 4 de septiembre a las 12:00 horas y habrá un aforo máximo de 25 personas, "porque queremos que tengan un atención especial y casi individualizada". Las cartas se han hecho en braille para aquellos que tienen discapacidad visual total y con la tipografía indicada por la ONCE para los que la tienen parcial. No habrá manteles y las copas estarán colocadas estratégicamente para ellos.
Serán tres vinos los que se sirva a los comensales, acompañados de su maridaje. Federico Lucendo afirma que no será una cata más, habrá muchas diferencias porque "vamos a trabajar los cinco sentidos. En las catas convencionales se trabajan tres, pero aquí el sentido del tacto y del oído van a tomar protagonismo. El oído se trabajará a la hora de servir los vinos y con la armonía de la música; y el tacto se utilizará para diferenciar los distintos tapones que hay".