La Asociación de Familias de Personas con Necesidades Especiales “Neurodiversos Castilla-La Mancha” , con sede en Valdepeñas, ha expresado mediante un comunicado de prensa su repulsa a todo tipo de actos y situaciones como la que ha estado ocurriendo en el IES Leonardo Torres Quevedo de Santander con el alumno Antonio, en la que cuatro compañeros han agredido al adolescente, que tiene parálisis cerebral e intentaba escapar de ellos en su silla de ruedas.
La agresión, que tuvo lugar hace dos semanas pero que trascendió este miércoles, fue grabada y ha podido verse en diferentes medios de comunicación.
En un principio se expulsó a los menores que agredieron a su compañero por cinco días, pero después, la Fiscalía de Menores de Cantabria abrió diligencias de investigación contra ellos y podrían ser expulsados definitivamente y tener que irse a otro centro.
“Las personas agresoras han estado cometiendo de forma periódica acciones de acoso a una persona con discapacidad, generando un ambiente intimidante y humillante para la misma. Esta falta está tipificada como falta muy grave según el RDL 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, teniendo estas infracciones sanciones muy elevadas dependiendo, entre otras cosas, de la intencionalidad de la o las personas agresoras.
Por este motivo, la expulsión del IES por un periodo de 5 días nos parece un regalo más que una sanción, teniendo en cuenta no sólo los daños causados a su compañero, sino al mismo instituto, incumpliendo repetidamente sus Normas de Convivencia, Organización y Funcionamiento.
Estamos contentos por la rapidez con la que están actuando las administraciones, pero indignados porque, si la prensa no se hace eco de esta situación, la familia se ve envuelta en un laberinto de burocracia interminable y agotadora”, explican desde Neurodiversos.
Añaden que “con todo esto queremos pedir a las comunidades educativas que actúen con rapidez ante los primeros indicios de acoso o maltrato dentro de sus centros, a los estudiantes que no sean simples observadores, a los equipos directivos que se muevan y no miren para otro lado esperando que las situaciones se resuelvan por sí solas con la excusa de “son cosas de chicos” y, sobre todo, a las familias, que vean y hagan ver que una sociedad diversa es una sociedad enriquecida, que amen y respeten la diversidad de personas, sea cual sea su condición.
Por supuesto, no queremos olvidarnos de las Administraciones Publicas y los Poderes Públicos para pedirles que velen porque estas desagradables situaciones dejen de producirse”.
Por último, Neurodiversos C-LM envía “todo nuestro apoyo y nuestro ánimo al estudiante y a su familia, así como a las familias de tantos y tantas estudiantes que están pasando por una situación similar”.
