Desde el sábado hemos comprobado cómo se ha instalado un nuevo miedo entre nosotros y es que la mayoría de los que no se quitan la mascarilla es por miedo o inseguridad. Las costumbres que hemos adquirido nos han llevado a una zona de confort que también se comprueba en el miedo a volar para quienes han pasado mucho tiempo sin hacerlo y a quienes ya lo traían consigo lo han podido acrecentar.
Hemos pasado exactamente 13 meses con la boca y la nariz tapadas y ahora nos sentimos raros sin mascarilla. Tanto, que los expertos ya lo han catalogado como una fobia.
Una inseguridad que se extiende a las personas con baja autoestima a las que la mascarilla ayuda a no sentirse observadas y a esconderse.
Y es que la depresión y otras enfermedades mentales como la ansiedad y los trastornos alimenticios se han agudizado a raíz de la pandemia.
Así que, psicólogos como Cipriano Galindo nos proponen pensar en lo que hemos recuperado con este levantamiento de algunas medidas, ateniéndonos a los datos objetivos y a la mejoría de la presión hospitalaria en todo el país con la bajada de casos de coronavirus
Y para los que han generado además fobia a espacios cerrados y fobia a volar en pandemia, el experto Cipriano Galindo nos recomienda buscar ayuda profesional y llevar a cabo terapias como la exposición que te ayudan a superar todo esto.
Lo importante siempre será ver el vaso medio lleno.