El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, ha lanzado su tradicional mensaje de Navidad en el que ha tenido un recuerdo especial, en estas fechas tan entrañables, para aquellos que nos dejaron y para aquellos que han hecho de España y Valdepeñas su nuevo lugar de residencia.
El regidor municipal ha comenzado destacando que la Navidad “viene para hacer un reconocimiento al año andado y, fundamentalmente, para hacernos una reflexión y es que podemos hacer un mundo mejor”. Martín ha querido también mostrar su gratitud a todos los valdepeñeros y valdepeñeras “por haber depositado, una legislatura más, su confianza para que pueda regir los destinos de esta ciudad, que es vuestra, mía y de cuantos aquellos hayan llegado”.
Durante su discurso ha tenido un “recuerdo emotivo y de amor hacia todas las valdepeñeras y valdepeñeros que han dejado de ser, porque es a ellos a los que les debemos el país, la comunidad y la ciudad en la que vivimos y han hecho un esfuerzo de vida que ha dado como resultado que hoy nos podemos sentir orgullosos de ser quienes somos”.
Del mismo modo ha querido “generar un discurso en estos días de Navidad, en el que el corazón parece hacerse romántico, hacia todas aquellas valdepeñeras y valdepeñeros adoptados que viniendo de otros pueblos y allende de otros mares han encontrado aquí su asiento, por lo que quiero que hagan suya la ciudad. Bienvenidos a casa”. Una bienvenida, que arropaba, señalando también la bajada “estrepitosa” de la natalidad en Europa, por lo que recordaba a la ciudadanía que “sin ellos no podríamos ni tener sentido para el trabajo del futuro, ni tener consolidado nuestro futuro sino depositamos en ellos nuestra esperanza”.
Jesús Martín concluía aseverando que la Navidad “viene a ser un cuento para hacerse una reflexión para hacer un mundo mejor, podemos hacernos mejores y, desde luego, tener un proyecto de futuro, un proyecto de futuro que sin lugar a dudas en Valdepeñas está llamado, por el bien y el trabajo de valdepeñeras y valdepeñeros, a que la Valdepeñas que hemos heredado no sea una herencia sino una deuda que devolvamos a nuestros hijos con el trabajo, con nuestro afecto, con nuestro amor y con nuestra esperanza”.
El alcalde de Valdepeñas ha finalizado deseando que “paz y amor sean algo más que palabras”.