El lunes 25 de abril de 2022 amaneció con la calle Seis de Junio en obras, con cortes para el tráfico, todo ello motivado por el derribo del establecimiento que albergó el “Bar Restaurante 6 de junio” desde agosto de 1960 a marzo de 2015. La pala se lo llevó todo, lo que se podía llevar a un lado y a otro. Solo nos queda el grato recuerdo de esta esquina de la calle Torrecilla con Seis de Junio (frente a la UNED), y lógicamente el testimonio gráfico de Antonio López Martínez.
Ya sabíamos que el derrumbe era cuestión de tiempo, pero ahí continuaba los muros que albergaron el “Bar Restaurante 6 de Junio” desde que abriera sus puertas en agosto del año 1960. El día 1 de marzo de 2015 cerró sus puertas, porque se trasladaron a la plaza de la Independencia (San Marcos), en donde el establecimiento continúa y que sea por muchos años más, aunque parte del personal que conformaba la sociedad se jubiló, si bien continúa a la cabeza Tomás Patón que es un gran profesional de la cocina, junto a la plantilla que la conforman en la actualidad.
Con motivo del traslado desde la calle Seis de Junio, publiqué en el también desaparecido semanario “Jaraíz”, un reportaje, agradeciendo por aquel entonces a Francisco Sánchez Merlo “Paco”, los datos que me aportó y que a breve de semblanza tras haberse llevado la pala los vestigios que había, los recordamos ahora.
En agosto de 1960 nace el “Bar 6 de Junio”, por iniciativa del empresario Francisco Sánchez Delgado. Pasados unos pocos años, Francisco propone a sus hermanos Pepe y Manolo que estaban trabajando en Algeciras y en La Línea de la Concepción respectivamente, que se incorporaran al negocio y así lo hicieron.
El “6 de Junio” comenzó su historia en el mismo sitio que ahora se ha convertido de momento en un solar, pero sus dimensiones eran reducías, y que con el paso de los años se fueron ampliando, propiciando la puesta en marcha del restaurante que hemos conocido hasta el año del traslado.
La generación de Pepe y Manuel ya citados, se jubiló, y entró en escena la segunda generación, Francisco y José Sánchez Merlo, junto a Tomás Patón García que ya estaba trabajando en el establecimiento, y entre los tres citados fundaron una nueva sociedad en 1987.
El paso de los años permitió hacer algunas reformas por mínimas que fueran, todo ello para satisfacción de una clientela fija y además muy fiel.
Cuando iba a llegar marzo de 2015, se colocaron carteles en los cristales anunciando el cierre y la apertura en la plaza de la Independencia.
Por aquel antiguo “6 de Junio” pasaron entre otros un gran buque insignia de la hostelería como Cristóbal, que luego abrió su propio bar en la calle Caldereros, o Juanvi, que montó su negocio en la calle Cantarranas, o Enrique como prestigioso cocinero, camareros como Pepe “el berenjeno”, por su procedencia de Almagro, Juan Antonio Molina, Alfonso Medina, Javier y Jesús, entre otros muchos.
Pues ya lo saben, la pala se llevó lo que quedaba del edificio, pero no la historia.