En un primer artículo recordé que la Agrupación de hermandades y cofradías de Semana Santa de Valdepeñas, fue fundada antes de la Semana Santa de 1987, y que por tanto se conmemora el 35 aniversario de su puesta en marcha.
Recordé en esa primera entrega, la junta directiva de por aquel entonces, incluso los componentes de la asamblea general que formaban representantes de todas las corporaciones penitenciales valdepeñeras.
Tengo que recordar que el Ayuntamiento puso como condición imprescindible para aportar subvención, que se fundara la citada Agrupación, y no me duelen prendas reconocer, ahora con la lejanía que nos ofrece el tiempo, que alguna hermandad concreta no estaba muy dispuesta, incluso en 1984, cuando el entonces teniente de alcalde de Festejos, Victoriano Martín Fernández reunió en el Ayuntamiento a todas las hermandades para realizar el sorteo de quien llevaría el peso específico para que la misma fuera una realidad, pero aquellas dos hermandades no se movieron, ni las demás empujaron, pero ya en 1986, se retoma el asunto con los dirigentes de otras hermandades y ya no hubo marcha atrás.
Comenzaron a elaborarse los estatutos, siendo cabeza visible en todas las gestiones, el entonces hermano mayor de Jesús Orando en el Huerto, a la sazón primer presidente de la Agrupación, Antonio León Grande, y las primeras 200.000 pesetas fueron libradas por el consistorio, además de contribuir con un premio al concurso de saetas y la confección del cartel anunciador.
El “primer reto” como entonces lo definió el ya citado presidente, fue el de la recuperación de la Guardia Romana, concretamente para 35 componentes, con un presupuesto de 1.200.000 pesetas, con el objeto de elaborar los petos, la ropa y el correspondiente instrumental, y se hablaba que para 1989 podría salir adelante con las correspondientes subvenciones anuales del Ayuntamiento y otros ingresos atípicos, como fue la organización de un concurso nacional de saetas, con un montante de 325.000 pesetas en sustanciales premios.
Mucho se habló en el año 1988 de organizar una procesión general, pero había inconvenientes, porque el sábado no podía ser y el viernes se podría hacer llegado el caso, tras respetar la del Santo Sepulcro, pero se quedó en proyecto, independientemente de alguna magna muy puntual.
Por aquel entonces ya se hablaba de que iban disminuyendo la presencia de túnicas de penitentes en determinadas procesiones.
La Guardia Romana fue desde tiempo inmemorial la encargada de realizar el prendimiento de Jesús en la tarde del Jueves Santo en la plaza de España. La Guardia Romana, los clásicos “armaos”, se fundaron en 1915, desaparecieron durante la guerra civil.
Según consta en los archivos de nuestra Semana Santa, en el año 1979 es cuando la guardia romana salía por última vez por las calles de Valdepeñas.
Al año siguiente surgió una nueva banda de tambores y cornetas, gracias a los desvelos del desparecido Juan José Serrano.
Otra etapa de la Guardia Romana se inició a finales de los años ochenta del pasado siglo, pero el prendimiento nunca se recuperó, hasta 2018.
Para una tercera entrega dejo la recuperación de nuevo de la Guardia Romana con sus correspondientes tambores y cornetas. En su época dorada hubo una sección de infantería y otra de caballería, pero esa se perdió en la década de los años setenta del pasado siglo.