La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha ha recogido el enfado de los viticultores de la región ante la publicación de las primeras tablillas con los precios de la uva; muy por debajo de lo esperado y más en un año donde bajará la producción y han aumentado las ventas tanto internas como las exportaciones. UPA exige a la administración una implicación real para relanzar el sector y controlar la vigilancia de la ley de la Cadena Alimentaria. “No podemos ser competitivos así. Esto son limosnas. A coste de quién se ofrecen estos precios”, son algunas de las frases más suaves que se han escuchado entre los viticultores.
Circula por las redes sociales una imagen de un agricultor arrodillado que recibe un par de monedas de otra persona, a quien no se le ve la cabeza, trajeada; una imagen satírica que no hace gracia a los viticultores de la región quienes, a la vista de los primeros precios publicados de la uva, se han sentido identificados por esa misma imagen. “Víctimas de una falta de respeto y desprecio por nuestro trabajo”, como le han manifestado muchos agricultores a los representantes de la Unión de pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha.
Desde la organización agraria no entienden cómo pueden cuadrar estos precios con el repunte de ventas, el repunte de exportaciones frente a la merma de producción del 30 %. “Eso son limosnas”, ha dicho Alejandro García-Gasco Alcalde, responsable de Vino de UPA, quien ha denunciado estos precios en comparación con la tremenda subida de costes de producción de este último año: el obvio de la subida del gasoil, con máximos históricos, y la subida de costes de los tratamientos de productos fitosanitarios provocada por diversas enfermedades en distintas comarcas de Castilla-La Mancha.
“Baja la producción, suben los costes, aumentan las ventas y las exportaciones. Y nos vienen con estos precios”, dicen desde UPA, “así España, ni mucho menos Castilla-La Mancha, podrá ser competitiva. Lo que no puede ser es un repunte del mercado motivado por las heladas de Italia y Francia; no sustentado en los precios como hacen en estos mismos países”, indican. “Empezar el lunes con 23 pesetas el kilo de uva, frente a la bajada de producción del 30 % no es buen síntoma. Así no se relanza nada”, concluyen desde la organización agraria.
UPA exige implicación a las administraciones, que se defienda de verdad la ley de la cadena alimentaria y, por supuesto, al eslabón más débil que, en este caso, como el de la imagen satírica que circula por las redes, es del viticultor arrodillado que recibe las monedas.