La campaña de vendimia está en marcha. Las variedades autóctonas como la cencibel o la airén están en plena cosecha. A la inflación y aumento de los precios de producción se le suma el gran inconveniente de la escasez de mano de obra. Faltan manos para vendimiar y es una realidad. El presidente de ASAJA de La Solana, Juan José Díaz de los Bernardos, ha valorado el inicio de esta campaña que barrunta unos precios que no cubren gastos.
“La temporada está comenzando regular, se están cumpliendo las previsiones que tenía”, declaró el presidente en una entrevista concedida a Radio Horizonte. Muchas parcelas sufren una merma de cosecha de en torno al 30%, una caída continuada de producción que se ha convertido en tendencia los últimos años. Díaz de los Bernardos augura una cosecha peor que la del año con una uva pequeña y la planta agotada por la climatología.
La campaña se adelanta cada año un poco más y sufre distintos contratiempos. La escasez de mano de obra es una realidad. “Antes cuando comenzaba la vendimia, la temporada de cebolla y de melón y sandía estaban prácticamente finalizadas, mientras que ahora se solapan”, comentó el presidente de ASAJA a nivel local. Muchos agricultores sufren en estos tiempos para conformar una cuadrilla. En este sentido, la vendimia mecanizada da un respiro a los agricultores, aunque no resuelve el problema. “Porque no se necesita la mano de obra que hace unos años, no quiero imaginar que tendrían que hacer para encontrar a gente si fuese todo viña de vaso”, expuso Díaz de los Bernardos.
Otro problema son los precios que se están dando por la uva para esta campaña en la que el productor ha tenido más coste de producción. “Han variado un 8-9% respecto al año pasado”. La diferencia porcentual entre los precios y los costes no equiparan la balanza. “Hay viñas este año que con ese precio no van a cubrir gastos”, afirmó el presidente. Esto supondría un incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, que impide trabajar por debajo de los precios de producción. El problema es que nadie fija esos gastos de producción que deberían regir el precio de la uva para el agricultor. “Cada explotación tiene unos costes de producción diferente”, remarcó Díaz de los Bernardos.
La valoración global que hace la junta local de ASAJA respecto a este inicio de campaña es negativa, pues consideran que la rentabilidad de la viña será baja en esta cosecha por los problemas comentados anteriormente. “Los precios no suben lo que creemos los agricultores que deberían de subir”, concluyó el presidente, quien espera que el mercado se anime el mercado debido a la baja producción.