La elaboración y crianza de vinos de máxima calidad en muy pequeñas producciones es la senda por la que han optado algunos prestigiosos enólogos de Valdepeñas. Es el caso de Antonio Navarro, miembro de una popular saga vinatera, que ahora lanza al mercado su marca “Sincero”; un vino elaborado con uvas Cencibel de la cosecha de 2015.
Empieza a cundir el ejemplo de algunos experimentados enólogos de Valdepeñas, que han desarrollado su carrera profesional lejos de su tierra y ahora quieren aplicar aquí, lo mejor de los conocimientos adquiridos en años de dedicación al mundo del vino. Antonio Navarro, de la familia de Bodegas Navarro Hermanos “Racimo de Oro”, cursó estudios superiores de Enología en Andalucía, donde durante más de veinte años ha desarrollado varios negocios relacionados, además de dedicarse a la enseñanza.
De regreso a La Mancha, donde trabaja para una multinacional francesa de productos enológicos, Navarro elaboró en 2015, la primera añada de su vino “Sincero”, un varietal Cencibel hecho con uvas seleccionadas, que tras un tiempo en tinaja, fue guardado en barricas de roble francés y en otras de roble americano, para finalmente ser mezclado en un coupage que se embotelló para reposar entre 24 y 30 meses, en la cueva de esta conocida bodega familiar.
Al final del proceso, la cata resultó positiva y el resultado son 498 botellas numeradas, que han salido al mercado y que para adquirirlas es preciso contactar con el autor.
Sin prisa ni presión
Como bien dice Navarro, es un vino hecho “sin prisa y sin presión comercial”. La segunda edición de Sincero no se espera hasta dentro de dos navidades.
Tras una larga etapa de trabajo en Jaén, Antonio Navarro es responsable técnico y comercial de la firma enológica Laffort, con central en Burdeos y distribución en las más destacadas regiones vitivinícolas del planeta.
Vendimia anticipada
En fecha de preparativos de una nueva campaña de vendimia, no nos privamos de preguntar al profesional, cómo viene la cosecha. La previsión es de un adelanto en la madurez de las variedades blancas más tempranas; las Chardonnay y la Sauvignon Blanc, en incluso la Verdejo, a la que apenas puede restarle una semana para estar a punto. La escasez de lluvia ha propiciado además, una reducción de cosecha en parcelas de secano. La calidad que se prevé es más que aceptable, gracias también a la ausencia de plagas y enfermedades.
D.O. es diferenciación
Nos interesamos por último, por su visión de la situación actual de la Denominación de Origen del vino de Valdepeñas; la impresión de un profesional hecho a trabajar lejos de este ámbito de producción vitivinícola. Su respuesta, como su vino, sincera: “se están haciendo bien las cosas, pero siempre estamos a remolque; otros nos sacan ventaja. Una Denominación de Origen sirve para hacer vinos diferentes. Ese es el camino. Valdepeñas siempre ha tenido un microclima y un terreno que le han diferenciado de la Mancha, por eso existen las dos denominaciones de origen y creo que debemos potenciar eso”.
Comprar hoy una de las escasas botellas que quedan de “Sincero” es una buena idea para degustar ahora o en la próxima Navidad, un vino distinto, redondo y pleno. Para comprar: 670 80 74 74.