Por primera vez en mucho tiempo existe una reserva “real” agua para los agricultores del Campo Montiel, que podrán regar sus cultivos de manera eficiente con los 11 hectómetros cúbicos que se encuentran recogidos ya en el borrador del Plan Hidrológico del Guadalquivir, una reivindicación de la zona del Castillo de Montizón y que va a ser una realidad gracias al compromiso “de todos” y a la buena sintonía entre administraciones.
De esta manera lo ha trasladado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien se reunió ayer con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez. Un encuentro en el que han estado presentes, además, el jefe de la oficina de planificación de la Confederación; el director gerente de la Agencia del Agua, José Manuel Martín; el director general de Desarrollo Rural, José Juan Fernández y la delegada provincial en Ciudad Real, Amparo Bremard. Tras la reunión coincidieron en destacar que el acuerdo “es fruto de la buena sintonía existente con las administraciones”.
Según explicó a los medios de comunicación, en esta zona se va a realizar una inversión de alrededor de 23,8 millones de euros en los próximos años donde se contempla el proyecto de obra y, en primer término, la construcción de tres balsas para permitir el regadío en un territorio donde el agua, dijo, “es imprescindible para garantizar la rentabilidad de las explotaciones de los agricultores.
Martínez Arroyo recalcó que en una región como Castilla-La Mancha, con un Gobierno comprometido con el reto demográfico, “no hay mejor forma de hacer desarrollo rural que redistribuir la riqueza con el agua”. Así, se beneficiarán 1.000 agricultores que verán mejorada la rentabilidad de las explotaciones. Además, espera que antes de acabar la legislatura tener en marcha una parte de esa inversión para la construcción de alguna de las tres balsas.
Al respecto, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez, indicó que con estos 11 hectómetros cúbicos “se va a crear el germen y el núcleo de regadío en una zona donde nunca la ha habido”.
El 7,1 por ciento de la cuenca del Guadalquivir discurre por Castilla-La Mancha, en una región con intereses en un total de siete cuencas que pasan por el territorio.
El consejero agradeció la colaboración y sintonía entre la Administración regional y la central en esta materia, donde se trabaja de la mano con el Ministerio para la Transición Ecológica. Una colaboración que “está empezando a dar resultados”, como se ha comprobado con los borradores de los planes hidrológicos, donde además de la reservar para los regadíos del Campo de Montiel, se encuentran los caudales ecológicos en la cuenca del Tajo o la terminación de las obras a la Llanura Manchega.
Agua para el olivar de bajo rendimiento
El cultivo predominante en esta zona del Campo de Montiel es el olivar de bajo rendimiento, un cultivo social muy importante, que es ahora de secano y que podrá convertirse en olivar regadío con la utilización eficiente agua.
En relación a esta cuestión, Martínez Arroyo enlazó con un logro que se ha conseguido ya para este cultivo en la futura PAC, que no es otro que haber conseguido que haya un programa específico de apoyo a este olivar, un cultivo social, tan importante para Castilla-La Mancha.