La campaña de vendimia está ya en marcha en la zona de producción de Valdepeñas. Con máquina, a mano del modo tradicional o en cajas; vendimia de día o nocturna, los primeros grupos se dejan ya ver desde el pasado fin de semana y en algunas bodegas han descargado ya los primeros tractores. La campaña se generalizará no antes de una semana o diez días.
Muy pocas cuadrillas todavía en las viñas y las que se ven, recogen variedades tempranas como las Chardonnay, Verdejo o Sauvignon Blanc.
Un grupo de vendimiadores recoge hoy viernes 18 de agosto, desde las 4 de la madrugada, uva tinta Tempranillo en el paraje de la Hoya, próximo a Sierra Prieta. Y horas después se ‘mudan’ a la zona del Atochar, muy cerca de la Cooperativa Vinícola de Valdepeñas. Al frente de ellos un agricultor, Pedro José Sánchez-Molero. Recogen uva de viñas de producción muy controlada, para un vino ‘premium’, el de José Manuel Corrales. Son cepas a las que se han eliminado varios de los racimos, para fortalecer y mejorar la calidad de los que quedan en la planta. El resultado es un vino de cepas viejas que saldrá al mercado después de catorce meses de crianza en roble. Esta cosecha, muy selecta y muy reducida (entorno a 1 kilo por cepa o menos) se paga sobre 1 euro por kilo de uva; aproximadamente el doble del precio medio que alcanzará esta misma variedad, entregada en cualquiera de las bodegas que compren uva este año.
Ha sido hacia mediados de agosto, cuando las variedades minoritarias y tempranas, consideradas como “mejorantes”, alcanzan su punto óptimo de madurez. En zonas de La Mancha, la vendimia temprana se ha adelantado a los primeros días de agosto, cosa no vista antes.
COMPRA RESTRINGIDA
En el campo se comenta que algunos de los principales operadores pueden restringir la compra de uva, porque sus necesidades de elaboración son inferiores. Queda más producto en stock que en una campaña regular.
La alternativa para sus proveedores es la venta de la uva a precio sin denominación de origen, a otras bodegas, no alcanzando, en consecuencia, los costos de producción. Los viticultores especulan con posibles precios iniciales para la uva Cencibel, muy inferiores al precio medio de la campaña anterior. Puede que un 50 por ciento menos. Pero confían en que esos precios evolucionen al alza y se estabilicen en niveles muy parecidos a los de 2022, porque aseguran que la cosecha se ha vuelto a reducir, sensiblemente, debido a la sequía y a las olas de calor. De no ser así, las solicitudes de arranque y el abandono progresivo de este cultivo pueden ser imparables.
