El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado hoy agradecido al Gobierno de España, en concreto a la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, porque “ha hecho más por la coherencia y la racionalidad del agua que todos los que he conocido”, ha dicho al tiempo que ha asegurado que en Castilla-La Mancha “vemos el vaso medio lleno y empieza a funcionar la política gradual de renovación y cambio de la desigualdad hídrica”.
El jefe del Ejecutivo castellanomanchego se ha pronunciado así en alusión a los Planes Hidrológicos que ayer lunes, 21 de junio, presentó el Gobierno de España para el periodo 2022-2027, una herramienta que permitirá abordar la gestión del agua en España durante los próximos seis años, en línea con el Pacto Verde Europeo y los objetivos de adaptación al cambio climático.
“No había derecho a que España siguiera amparando una obra de la dictadura que bien podría haber salido junto a los monumentos funerarios”, ha asegurado lamentando que la defensa del trasvase Tajo-Segura “cronifica la desigualdad hidráulica entre la España seca y la España seca”.
A este respecto ha subrayado que “aquí no sobra agua. Aquí falta y no se puede plantear un debate al que hay que llegar de manera consensuada y sin sacar los pies del tiesto”, y ha reiterado que desde el Ejecutivo que preside “estamos dispuestos a que haya un gran acuerdo en materia de agua, porque hay alternativas para todos”.