11 de junio de 2022, 11:23
El Gobierno de Castilla-La Mancha reivindicó ayer el “orgullo rural” de Castilla-La Mancha cuyo sector agrario ha hecho posible que en los 40 años de autonomía “se haya multiplicado por 15 la renta agraria por ocupado, se haya multiplicado por cien las exportaciones en la región, lo que se debe en buena medida al sector agropecuario y a la industria agroalimentaria, y se hayan generado oportunidades en el medio rural que de otra manera no habrían sido posible”.
Así lo ha manifestado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, en El Robledo, donde asistió a la inauguración de la IV Feria Nacional Agroganadera de los Estados del Duque (FERDUQUE), donde destacó, junto al carácter comercial de esta feria, que se trata de “un ejercicio de orgullo rural porque no hay que olvidar que Casilla-La Mancha es esencialmente rural, que los Estados del Duque lo son, y que singularmente esta comarca es una de las que más densidad ganadera tiene de toda Castilla-La Mancha”.
Blanca Fernández defendió al sector ganadero y recordó que esta comarca, con más de 100.000 cabezas de ganado, “compatibiliza perfectamente el sector agroganadero con la preservación del medioambiente”. En esta línea, manifestó que en un momento en el que “estamos asistiendo a polémicas en las que de manera irresponsable se responsabiliza al sector cárnico y a la producción ganadera de contaminar y ser poco sostenible, aquí tenemos un ejemplo de una comarca que hace cientos de años vive del ganado”.
Ahondando en esta cuestión, la consejera explicó que no solo viven del ganado las explotaciones ganaderas propiamente dichas, sino que hay toda una serie de industrias secundarias, un sector de servicios y una industria agroalimentaria “que depende en buena medida de esa producción de leche y carne que no solo da de comer a nuestros ganaderos y ganaderas, sino a toda la comarca de los Estados del Duque”.
En su intervención, Blanca Fernandez remarcó la importancia del sector ganadero y agroalimentario con datos como que la ganadería en este momento genera en Castilla-La Mancha 26.000 empleos y que el sector agroalimentario supone el prácticamente el 18 por ciento del Producto Interior Bruto, además de ser “seña de identidad de Castilla-La Mancha, porque nuestras raíces se encuentran en las explotaciones agrarias y ganaderas de la región”.
Así lo ha manifestado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, en El Robledo, donde asistió a la inauguración de la IV Feria Nacional Agroganadera de los Estados del Duque (FERDUQUE), donde destacó, junto al carácter comercial de esta feria, que se trata de “un ejercicio de orgullo rural porque no hay que olvidar que Casilla-La Mancha es esencialmente rural, que los Estados del Duque lo son, y que singularmente esta comarca es una de las que más densidad ganadera tiene de toda Castilla-La Mancha”.
Blanca Fernández defendió al sector ganadero y recordó que esta comarca, con más de 100.000 cabezas de ganado, “compatibiliza perfectamente el sector agroganadero con la preservación del medioambiente”. En esta línea, manifestó que en un momento en el que “estamos asistiendo a polémicas en las que de manera irresponsable se responsabiliza al sector cárnico y a la producción ganadera de contaminar y ser poco sostenible, aquí tenemos un ejemplo de una comarca que hace cientos de años vive del ganado”.
Ahondando en esta cuestión, la consejera explicó que no solo viven del ganado las explotaciones ganaderas propiamente dichas, sino que hay toda una serie de industrias secundarias, un sector de servicios y una industria agroalimentaria “que depende en buena medida de esa producción de leche y carne que no solo da de comer a nuestros ganaderos y ganaderas, sino a toda la comarca de los Estados del Duque”.
En su intervención, Blanca Fernandez remarcó la importancia del sector ganadero y agroalimentario con datos como que la ganadería en este momento genera en Castilla-La Mancha 26.000 empleos y que el sector agroalimentario supone el prácticamente el 18 por ciento del Producto Interior Bruto, además de ser “seña de identidad de Castilla-La Mancha, porque nuestras raíces se encuentran en las explotaciones agrarias y ganaderas de la región”.