Alrededor del 80 por ciento de agricultores de la Ciudad del Vino trabajan de una manera u otra para la DO Valdepeñas. En diciembre finalizó el mandato de Jesús Martín al frente de esta denominación de origen que desde entonces no ha hecho otra cosa que tambalearse. Por ello, para muchas personas existe la duda seria, aunque remota, sobre qué pasaría si desapareciera la DO Valdepeñas y cómo afectaría a la localidad tanto a nivel laboral como económico.
Valdepeñas Digital ha contactado con agricultores y bodegueros para conocer de primera mano sus impresiones en relación a la posibilidad de que desaparezca la DO. Hace unos días ya anunció la Consejería de Agricultura que sería la que se encargara temporalmente de ella hasta que se llegara a un consenso común entre todas las partes.
De las cuatro fuentes con las que ha contactado este medio, ninguna de ellas cree que vaya a desaparecer la Denominación de Origen Valdepeñas y piensan que más tarde que temprano se llegará a un acuerdo que pueda satisfacer a todas las partes por el bien de todos, pese a ello lo tienen claro "si desaparece la DO sería la ruina para mucha gente en la Ciudad del Vino".
Visión de los agricultores
El agricultor Antonio González opina que no se debe permitir que la segunda DO más antigua de España desaparezca por un conflicto y considera que "lo suyo es que hubiera armonía entre agricultores y bodegueros". Augura que no se llegará a un acuerdo en "dos o tres años" y asegura que si la Denominación de Origen Valdepeñas deja de existir, desaparecería la uva tinta en la localidad. Además, piensa que las personas que se tienen que poner al mando de la DO deben ser del municipio o personas que la conozcan realmente y no venir gente de otros puntos de Castilla-La Mancha. "Hay que alejarla de la politización", finaliza.
Esteban Saavedra, también agricultor y exportavoz de la Mesa de Productores, se muestra totalmente pesimista para el futuro de la economía y del empleo en Valdepeñas ante la idea de que pueda dejar de existir la institución. Considera que mucha gente se quedaría sin trabajo y que la cotización de la uva tinta "caería por encima del 30 por ciento". Vaticina que será alrededor de "uno o dos años el tiempo que esté la Consejería de Agricultura al frente" de la que ha afirmado que, ante la falta de acuerdo entre unos y otros "nos ha puesto a cada uno en su sitio".
Opinión de los bodegueros
El director de Bodegas Arúspide, Curro Alcántara, dice que si desapareciera la DO se formaría una cadena que afectaría a todos los trabajadores de ella. "Si la uva es más barata, el vino es más barato y todos perderíamos". Su bodega lleva una campaña en la Denominación de Origen Valdepeñas y asegura que a ellos no les afectaría de igual manera que a otras bodegas pero que "para el sector sería muy grave, ya no estaría la insignia". Admite que aunque lleven una campaña, para ellos "es muy positivo que nuestro vino esté amparado por la DO y sería malo comercialmente. Eso sí, cree que es muy difícil que deje de existir y espera que se vivan "tiempos de tranquilidad ahora con la Consejería de Agricultura al mando".
Por su parte, el dueño de Bodegas Marín Perona, Aurelio Marín, considera que tanto ellos como Valdepeñas "bajarían un escalón importante". Cuenta que sus mejores clientes están en China y que todo se hace a través de la DO Valdepeñas y asegura que si no existiera quizá no podrían exportar. "Sería un desastre económico que dejara de existir la Denominación de Origen, pero en Valdepeñas la convivencia siempre ha sido muy difícil entre algunas bodegas y no sé hasta qué punto una bodega puede tener más fuerza que otra porque lo que beneficia a unas quizá no beneficia tanto a otras". Considera y piensa que no va a desaparecer, pero no termina de ver un acuerdo que solucione las cosas a corto plazo.