El Gobierno de Castilla-La Mancha va a poner a disposición del sector agroalimentario 250 millones de euros solo con las ayudas FOCAL, para potenciar la innovación tecnológica, siendo una cuantía que permitirá movilizar más de 1.300 millones de euros de inversión privada desde el año 2016. Es la cifra macroeconómica más alta hasta el momento, que “nos hace sacar músculo como Gobierno, como región y de nuestro medio rural”.
Así lo ha indicado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien esta mañana ha visitado e inaugurado la ampliación de las instalaciones de la Cooperativa ‘Santísimo Cristo de Villajos’ de Campo de Criptana, donde ha estado acompañado por su presidente, Hermenegildo Elvira; el alcalde de la localidad, Santiago Lázaro, así como por la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Olmedo; la directora general de Alimentación, Elena Escobar; la delegada provincial de Agricultura, Amparo Bremard, así como por la junta directiva, socios y socias, además de otros miembros de cooperativas de la localidad.
Martínez Arroyo ha explicado que, este mismo mes de julio, se va a publicar una nueva convocatoria FOCAL, dotada con 70 millones de euros y que supone una apuesta más por la calidad del sector agroalimentario, de la cual se beneficiarán empresas agroalimentarias como la Cooperativa ‘Santísimo Cristo de Villajos’, que ha apostado por una mejora cuantitativa y también cualitativa de una empresa formada por 1.300 socios y socias.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha resaltado que “la que nació como la cooperativa del pueblo, se ha convertido en estos momentos en un referente de la comercialización, con el aceite de oliva virgen extra, apostando también por el ecológico, en la búsqueda de lo que el consumidor demanda”.
Así, con esta nueva segunda nueva línea de extracción que hoy se ha inaugurado, se permitirá triplicar la capacidad de molturación, pasando de 6.000 a 18.500 kilos por hora.
Además, en los últimos años se ha pasado de vender el producto a granel o envasado para autoconsumo, a ganar premios internacionales, compitiendo en los mercados con un producto de excelente calidad, nacido de olivares de bajo rendimiento en su mayor parte, e incluso dando un paso más, comercializando en la restauración el producto en monodosis.
Las cooperativas son un referente social, ha esgrimido Martínez Arroyo, pero también deben ser rentables. Y es por ello que el consejero ha mostrado el compromiso del papel de la Administración regional “en defensa de los intereses de quienes conforman el sector en todas las líneas posibles, además de la FOCAL, mediante el verdadero relevo generacional o ayudas a los profesionales para que haya una orientación clara en la nueva PAC que se oriente a ese modelo de agricultura familiar, a las pequeñas y medianas empresas, que generan el empleo y dan vida en los pueblos”.
Ayuda específica para el olivar de bajo rendimiento
De esta manera, el consejero ha incidido en que en la nueva PAC, que entre en vigor a partir del año 2023, se va a contar con una ayuda específica para el olivar de bajo rendimiento a nivel nacional, algo que ha sido puesto sobre la mesa por Castilla-La Mancha desde hace más de tres años y que queda recogido en el documento de posición de marzo de 2018, donde se proponía una medida concreta para este modelo de olivar, que “tiene que ser rentable para que cooperativas como ésta puedan vender bien el producto”, según ha detallado Martínez Arroyo.
Al respecto, ha recordado que esta misma semana “hay una reunión técnica entre el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas, para abordar los distintos puntos ante la posición política de España ante esta nueva PAC, y en breve se mantendrá un encuentro con el ministro y los consejeros y consejeras de Agricultura de España, para alcanzar un acuerdo”.
Además, el consejero ha dicho que, si la ayuda del olivar ya está incluida, “se contempla, además, en esta posición nacional, algo en lo que Castilla-La Mancha había sido muy contundente”. En este sentido, ha insistido que “no queríamos que ningún agricultor o ganadero se quedara fuera como pasó con la anterior negociación, que fue un error” ya que, según ha apuntado, “se vendía que se eliminaba a los agricultores de sofá y, realmente, desaparecieron aquellos agricultores y ganaderos pequeños, base de la economía social, porque cobraban menos de 300 euros”.
“Esto no va a pasar más porque hay cierto consenso”, ha dicho Martínez Arroyo, añadiendo que el objetivo es que “todos los agricultores, por pequeños que sean, puedan alcanzar los requisitos del agricultor genuino y para nosotros esto era fundamental”.
El consejero además ha subrayado la importancia del propio movimiento cooperativo como “base sólida de futuro del medio rural de Castilla-La Mancha”.