Todos los médicos, enfermeros, terapeutas y demás cuidadores sociosanitarios, además del personal de salud pública, van a poder darse de baja por enfermedad laboral si se contagian de COVID-19. Hasta ahora el coronavirus era enfermedad común porque se ponía en entre dicho que el contagio del trabajador o la trabajadora hubiese surgido en el entorno laboral.
Carmelo Gómez, representante de CSIF en la sección de prevención de riesgo laborales, ha asegurado que existían "gracias a este logro, se podrá indemnizar a los sanitarios en caso de que el Covid les dejara secuelas, entre otras cosas". Como se sabe, las secuelas de este virus son muy variadas y pueden dar la cara pasado un tiempo. Por eso, esta medida es "positiva pero insuficiente", a juicio del sindicato.
La protección que se incorpora ahora a los trabajadores, a efectos de pensiones o indemnizaciones a lo largo de toda la vida, tendrá carácter retroactivo para incluir a los que ya han sufrido la COVID-19. "Por el hecho de trabajar en un sector en el que te puedes contagiar con pacientes no tienes que demostrar que ha sido accidente de trabajo, ya se reconoce como enfermedad profesional", afirma el representante de CSIF.
España sigue siendo el primer país del mundo con más contagios entre el personal sanitario. La cifra supera los 118.000 desde el inicio de la pandemia; el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha notificado en Castilla-La Mancha 4.839 de esos contagios, a los que hay que sumar los más de 3.000 que había comunicado el Sescam en abril.