La Biblioteca Municipal de La Solana vivió un 23 de abril frenético. Por la mañana, la lectura del Quijote y otras actividades paralelas llenaron de ambiente literario la sala de lectura. Por la tarde, el ágora exterior acogió la entrega de premios de los concursos de cuentos y marcapáginas. Así que, a pesar de las restricciones que vivimos, este Día del Libro ya se pareció bastante al de un año normal. Seguramente más de lo esperado, como admitió la directora de la biblioteca, Ramona Serrano, plenamente satisfecha. “Estoy feliz y pletórica; me parece mentira que hayamos podido hacerlo así”.
La bibliotecaria se expresaba de esa manera ante la prensa tras dar los premios a una quincena de colegiales que habían participado en el tradicional certamen, de los cuales 3 en cuentos y 12 en marcapáginas. Pablo, el conserje del edificio, se había vestido de Sancho Panza para ambientar la entrega de regalos, ante la atenta mirada de sus madres y en una tarde espléndida. “Ha sido sobre la marcha al ver la tarde que hacía y ha salido muy bien”, decía la directora.
Poco importaba que la participación haya sido claramente inferior a otros años, con ausencia de varios colegios, que achacaba a la situación que vivimos. “Lo importante es que no se pierda edición y sigamos teniendo participantes”.