Si la situación de los pequeños transportistas profesionales era límite, ahora es directamente inviable. La guerra en Ucrania ha provocado la subida añadida del gasoil, que aboca a la ruina a un sector que sigue echando de menos más ayuda estatal.
Por eso han convocado un paro nacional que arrancará a las 00:00 horas de este lunes, con los efectos inmediatos que tendrá en la distribución de mercancías.
Juan Alfonso Moya, vecino de La Solana, es propietario de un camión desde hace décadas y alimenta una familia de cuatro miembros. Su caso es un arquetipo porque representa a miles de conductores profesionales autónomos. “La situación hace prácticamente imposible la circulación de vehículos de mercancías por carretera”. “Nos hemos planteado el paro a ver si la administración nos da una respuesta, porque nos vemos abocados a la ruina”, ha declarado en una entrevista concedida al medio local Radio Horizonte.
“El precio del gasoil no va acorde con lo que cobramos por los portes”, insiste el camionero de La Solana. La paradoja es que el Observatorio de Costes del Ministerio de Fomento estableció hace pocos meses un precio de 1,45 euros por kilómetro y ahora mismo está a 0,80 euros, según Moya. Los pequeños transportistas ni lo entienden ni lo soportan. El conflicto en Ucrania solo ha hurgado en la herida. “Jamás había visto unos precios del combustible como estos”.
La imposibilidad de hacer rentable el ya de por sí duro trabajo que tienen, ha desembocado en el paro anunciado. El pasado sábado, 5 de marzo, se acordó durante una asamblea nacional celebrada en Madrid. Los camiones se detendrán a partir de las 00:00 horas del lunes, 13 de marzo, con carácter indefinido. “Nosotros no queremos parar, pero nos obligan a hacerlo”. “De todas formas, si no lo hiciéramos el lunes, tendríamos que hacerlo poco después por obligación”.
Juan Alfonso Moya reconoce una evidencia: el paro afectará al consumidor de a pie. “Cualquier paro repercute en el ciudadano, está claro”. Y el transporte de mercancías es un sector especialmente sensible porque es el que mueve el país. “Las estanterías empezarán a estar pronto vacías”, advierte. En este sentido, critica el paro que la patronal planteó en diciembre.
El sector ya ha enviado notificación a la Dirección General de Transportes, donde incluye reivindicaciones ya viejas, y la principal es exigir que se respeten los precios que el propio ministerio fijó en su Observatorio de Costes. “No es de recibo que establezca un precio mínimo de explotación y nadie lo cumpla”. “Es urgente que lo cumplan y también que el gobierno revise los precios del carburante”.