“Un dinero bien recibido”, es la impresión compartida por algunos ganaderos solaneros en relación con las ayudas destinadas al sector desde la Junta de Comunidades, aunque al mismo tiempo lo consideran insuficiente para paliar la crisis a que se enfrenta la ganadería. “El sector viene arrastrando crisis de siempre”, asegura Alfonso Serrano, ganadero y secretario local de la Unión de Pequeños Agricultores UPA.
Los precios de la leche a día de hoy están estables, aunque vienen arrastrando problemas desde 2018, por un exceso de producción, a decir de la industria; “algo que no era cierto”, señala el mismo representante, que acusa a las lecheras de ponerse de acuerdo en el precio e incluso en dejar de recogerla. En ese año hubo ganaderos que incluso tuvieron que tirar la leche. Ahora –añade- la situación ha cambiado: se busca el producto y se pagan primas extras por él.
En la ganadería cárnica, la pandemia ha tenido consecuencias serias. El cierre de restaurantes hizo descender la demanda. De ahí que la resolución de la Junta de Castilla La Mancha para destinar ayudas al ovino y caprino.
Alfonso Serrano asegura que hay ganaderos que hablan de ayudas insuficientes, porque la cuantía media ha sido de 1.200 euros, “aunque más vale eso que nada. De esta subvención una ganadería de unas 350 cabezas cobra el cien por cien, “pero el que tenga mil o más de mil la ayuda resultará bastante baja”.
La Solana, que pertenece a la Asociación de Defensa Sanitaria, es una de las primeras y principales poblaciones de la región en explotaciones de ganadería de ovino-caprino. Cuenta con 19 ganaderos. En la comarca, junto con La Solana, San Carlos del Valle, Alhambra y Pozo de la Serna suman alrededor de 50.000 cabezas.