Como es sabido, el verano se relaciona estrechamente con el abandono de animales por parte de los dueños. Sin embargo, las enfermedades e infecciones también juegan un papel fundamental en el desarrollo de nuestros amigos de cuatro patas. Así hemos podido verlo en el caso de la protectora La Bienvenida de Ciudad Real, que este verano ha sufrido un brote de parvovirus, una enfermedad muy contagiosa que afecta especialmente a los cachorros y a los adultos inmunodeprimidos. Debido a este brote el equipo ha visto peligrar y perder la vida a varios integrantes del refugio, motivo por el que necesitan con urgencia acogidas definitivas o provisionales.
De este modo, desde Valdepeñas Digital, hemos querido dar visibilidad a estos hechos, averiguar más sobre esta enfermedad para conocer sus riesgos, descubrir otros casos y establecer unas pautas para poder prevenirla de la mejor forma.
El caso del Centro Municipal Canino de Valdepeñas
Esta enfermedad se propaga con gran rapidez y es difícil de frenar. Así, José Luis Nieto, encargado del Centro Municipal Canino de la localidad, explica que pese a todas las medidas de seguridad, en su refugio también han tenido brotes de parvovirus. “Aquí en el Centro Municipal Canino hemos tenido brotes de parvo, el problema no es que se contagien aquí, sino que ya la traen. La enfermedad da la cara a los 6 o 7 días, entonces si vacunamos hoy a un perro de parvo la vacuna no hace efecto hoy mismo. De este modo, hay perros que hemos vacunado pero ya traían la enfermedad”.
En cualquier caso, los refugios procuran proporcionar la máxima seguridad posible a los animales que acogen y en el caso del Centro Municipal Canino todos los perros sin familia que entran reciben su microchip, son desparasitados y vacunados. Incluso los cachorros que, aunque son demasiado pequeños para recibir el microchip, sí que se vacunan. Además, desde el refugio señalan que la seguridad completa no se limita a una vacuna, sino a establecer una pauta de vacunación completa para protegerlos adecuadamente.
¿Cómo de peligroso es el parvovirus?
Corina González, veterinaria en nuestra localidad, nos lo explica que el parvovirus es una enfermedad viral muy importante porque puede llegar a ser mortal y a día de hoy no existe cura como tal: “Lo que hacemos los veterinarios cuando tenemos un brote de parvovirus es recomendar la hospitalización del animal porque, al ser una enfermedad tan contagiosa, la única forma que hay de controlar los síntomas es mediante la hospitalización, con fluidoterapia y medicación”.
Por su parte, a la hora de controlar este tipo de brotes en sitios con muchos animales la veterinaria subraya la importancia de extremar la higiene en la medida de lo posible y utilizar lejía para desinfectar. “Es una enfermedad similar al coronavirus en humanos, porque es muy contagiosa y deben aislarse los animales enfermos para tratarlos con seguridad. Desde luego el control de pandemia es muy complicado”.
La importancia de las vacunas
Merece la pena resaltar que en estos casos la vacunación aumenta muchísimo las probabilidades de éxito: “Las vacunas no impiden que se coja la enfermedad pero lo que sí hacen es crear anticuerpos para que el animal que se contagia pueda luchar contra esta enfermedad. Siempre es preventivo y a la hora de hacer frente a la enfermedad es muy distinto un perro que ingresa con la vacuna a uno que ingresa sin ella. La posibilidad de sobrevivir en mucho mayor gracias a las vacunas. De hecho, nosotros tenemos un porcentaje de éxito de un 95%, es decir, que con los medios necesarios la enfermedad se puede controlar”. Concluye.
Problemas de verano
Finalmente, hemos querido preguntar por los principales riesgos que pueden sufrir nuestros compañeros en verano y la profesional de la salud animal establece que los casos que reciben en el período estival suelen estar ligados a lesiones que se producen en salidas al campo: “las espigas se introducen en todos los orificios disponibles y no disponibles de su organismo. Los más comunes son espigas en oído, en cavidad nasal o en las patas”.
También recuerda que es es muy recomendable revisarlos después de cada paseo en busca de pulgas o garrapatas: “Estos son los parásitos externos que tenemos con más frecuencia en verano y normalmente los controlamos con los antiparasitarios externos, que cada vez son más utilizados entre los dueños y por ello los casos se han visto muy reducidos”. Además, señala que este tipo de infecciones pueden derivar en casos de zoonosis, es decir, enfermedades que pueden pasar del animal a las personas.
Por último, desde el hospital veterinario establecen que en el período de verano algunas de las patologías con las que debemos tener mucho cuidado son la leishmaniosis canina y la enfermedad de Lyme y nuevamente recuerdan la importancia de desparasitar y vacunar a nuestros compañeros de cuatro patas.
Sin más, desde este medio digital les animamos, como siempre, a acoger a un nuevo compañero al que dar una segunda oportunidad o a colaborar con alguno de los refugios que tanto necesitan nuestra ayuda.