Xavi Martínez Gómez-Pimpollo no nació en La Solana, pero es –y se siente- tan solanero como el que más. A sus 32 años, el deporte sigue siendo su gran pasión y le está dando grandes satisfacciones, aunque sea por un lance que no hubiera deseado. Un desgraciado accidente le destrozó su pie izquierdo y desde ese momento inició una carrera frenética por salir adelante y, naturalmente, por volver a hacer deporte. Ahora juega en un equipo de fútbol para amputados, acaba de llegar de un torneo internacional celebrado en Bélgica del 24 al 26 de junio, y la guinda ha sido la llamada de la selección española. Xavi viaja esta semana a Barcelona para una concentración previa al mundial de Turquía, que se juega en octubre.
En Bélgica, Xavi viajó con el único equipo español en el torneo, ‘Flamencos amputados Sur’. Jugaron contra selecciones de Bélgica, Holanda y Escocia. Una experiencia magnífica para él, que se ha amplificado con la llamada del combinado nacional. Esta misma semana ha viajado a la Ciudad Condal para concentrarse en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Barcelona. “Es la primera concentración de este año, que es un poco para hacer el equipo”. “De ahí tienen que salir los descartes y en octubre será el mundial de Turquía”, ha declarado a Radio Horizonte. Es plenamente consciente de la dificultad que entraña estar entre los elegidos para el mundial, Reconoce que será difícil entrar en la lista final, pero también que el solo hecho de estar ahí es un sueño.
Xavi es natural de Les Franqueses (Barcelona), y pasó su infancia y adolescencia en varios equipos de fútbol de la zona, como CF Bellavista, EC Granollers o L’Ametlla CF. También hizo una incursión en el fútbol-sala, jugando en el Sant Cugat. De origen solanero, ya que su madre es de La Solana (su segundo apellido lo delata), se mudó a vivir a la localidad hace varios años. Llegó a jugar varias temporadas en el CF La Solana y en el Manzanares CF. Su última responsabilidad antes del accidente fue el cargo de ayudante de Ángel Izquierdo en el banquillo de La Moheda.