
Las precipitaciones que ha dejado el tren de borrascas han sido una bendición para todos. Las lluvias registradas a lo largo de este mes de marzo han aliviado la sed de los campos y han colmado los embalses, lo que garantiza un futuro más halagüeño para las cosechas y las reservas hídricas. En La Solana, y siempre con datos oficiosos, han caído un total de 135 litros de agua a lo largo de este Supermarzo. Entre los días 2 y 24, se tuvieron que sacar los paraguas a lo largo de diecinueve jornadas, lo que quiere decir que llovió prácticamente a diario durante ese tiempo.
A diferencia de otras zonas del país, el agua cayó de forma moderada y sin causar ningún tipo de estrago o contratiempo. Todo el mundo ha destacado lo bien recibidas que han sido estas lluvias, y especialmente el sector agrario. Así lo ha indicado José Díaz-Cano, veterano agricultor, a la emisora municipal Radio Horizonte. “No esperábamos tal cantidad de agua, que en esta zona ha sido una bendición porque hacía falta, sobre todo para los leñosos. Y no sólo la viña o el olivar, sino también el cereal porque había muchas zonas que ya empezaban a secarse”.
A estas alturas del año, y aunque falta mucho para recolectar ciertas cosechas, las recientes lluvias han inyectado una gran dosis de agua y también de optimismo. “Decimos que abril y mayo son las llaves de todo el año, y aunque no sabemos cómo vendrán, ya tenemos una garantía que no pensábamos tener a día de hoy”. El único inconveniente, si lo podemos catalogar como tal, es que la humedad de la tierra está cambiando las labores habituales de estas fechas. “Muchos trabajos que se tenían que hacer ahora están paralizados porque no podemos meter la maquinaria y también queda mucha poda, algo que se va a dilatar en el tiempo”.
Después del atracón de agua, ahora el ciclo debe continuar con la aparición del astro rey. “Ahora sería bueno que saliera el sol, y que las lluvias regresaran a lo largo de esta primavera que, junto con el otoño, son estaciones en las que suele llover algo más por estos lares”. En cualquier caso, el ambiente que se ha generado es muy prometedor. “El futuro inmediato se presenta con unas muy buenas garantías, porque también se han asegurado las reservas de agua en los pantanos”, apostilló.