Las psicólogas del Centro de Día CERES, Laura Morales y Olga Calderón, fueron las encargadas de informar en la primera ponencia de la Escuela de Padres de los institutos solaneros, y que se centró en la prevención de ludopatía juvenil. El auditorio de la Biblioteca Municipal acogió a un nutrido número de padres con el objetivo de informarse sobre esta problemática, que cada día afecta a más jóvenes y adolescentes, “ya no solo por las sustancias, si no por las nuevas tecnologías”.
Morales puso en valor la iniciativa y organización de esta escuela de padres, llegar a los padres es más difícil y estas conferencias facilitan el llegar hasta ellos. La prevención se realiza a través de este proyecto que está financiado por la consejería de Bienestar Social, y no sólo se hace con los implicados, que son los chicos y chicas, sino también con todos los agentes que los rodean, “y la familia es fundamental”, dijo la psicóloga.
En esta sesión se enseñó que es la ludopatía, adicciones, así como factores de riesgo que pueden predisponer a la población de adolescentes. El proyecto va dirigido a jóvenes de entre 15 y 24 años, “que es dónde más riesgo se considera que hay”, así como aprender a detectar estos factores y los de protección.
Las señales que pueden indicar que hay adicción o ludopatía en los adolescentes suelen ser un cambio de conducta, disminución de la atención, problemas de conducta con compañeros, ausencias injustificadas, “lo que es un cambio en la persona”. Laura Morales destacó que el juego online, y sobre todo durante la pandemia, ha superado a las conocidas “tragaperras”, por eso pasar demasiado tiempo con el móvil a solas, puede ser otro signo de adicción. El control de las TIC (nuevas tecnologías), es muy importante.
Público asistente a la primera jornada de la Escuela de Padres
Otro de los signos a los que se tiene que prestar atención es un cambio psicológico en la persona, como irritabilidad, depresión, falta de comunicación entre la familia, aislamiento o sentimiento de culpabilidad de la propia persona. También los cambios físicos pueden ser síntomas de esta adicción, reflejándose en problemas para dormir, comer, descansar o incluso ansiedad.
La ludopatía no tiene cura, se rehabilita. Así lo manifestó Morales, ya que es una enfermedad con la se tiene que convivir toda la vida, la persona tiene que estar vigilante, no volver a jugar o consumir. Se cuenta con un tratamiento tanto residencial como ambulatorio, tratamiento psicológico, trabajando a la vez con la familia, el área social “y la persona perfectamente puede tener una vida totalmente normalizada”, indica la psicóloga. Otro de los tratamientos a destacar es la parte de la incorporación social con un programa de normalización, y si se diera el caso, de inclusión social.