Este martes, Manzanares celebraba la festividad de su patrón con la función solemne en honor a Nuestro Padre Jesús del Perdón. Con ella culminaban los actos religiosos organizados por la hermandad, que estuvo acompañada por la corporación municipal. Una eucaristía en la que los fieles completaban el aforo del templo parroquial de la Asunción, donde la imagen del patrón presidió la ceremonia en su trono.
Un año más, las fiestas en honor a Nuestro Padre Jesús del Perdón han contado con las restricciones a las que obliga la situación sanitaria. Al igual que sucedía en 2020, la imagen del patrón de Manzanares no ha podido salir en procesión, aunque, eso sí, el resto de actos que habitualmente se preparan desde la hermandad, se han podido desarrollar con relativa normalidad. El broche de oro lo ponía el día de la festividad de Jesús del Perdón, el martes 14 de septiembre, la función solemne celebrada en la iglesia de la Asunción.
El manzanareño Miguel Francisco Moraleda, predicador del novenario que se celebraba en los días previos y también hermano de la cofradía, era el encargado de oficiar la función, en la que puso en valor el ejemplo que debe suponer para todos los fieles la labor y el mensaje de Jesús del Perdón. Desde la hermandad han calificado de manera muy favorable el desarrollo de todos los actos, en especial la función, agradeciendo también al predicador su papel durante las fiestas.
La eucaristía contó con representación de los tres grupos políticos de la corporación municipal, con el alcalde, Julián Nieva a la cabeza, quien destacó la capacidad de la hermandad para adaptarse a la situación y dar prioridad a la responsabilidad que toda la ciudadanía debe tener en estos momentos. Este balance positivo, añadía, también se puede aplicar al resto de actividades que se han puesto en marcha desde el Equipo de Gobierno y las diferentes áreas municipales, que en esta ocasión se han decidido espaciar en el tiempo.
La función, que contó con los cantos de la Coral Polifónica Mater Assumpta, se cerraba con el himno a Jesús del Perdón y los “vivas” al patrón por parte de los asistentes. Por la noche, entre las 20:00 y las 22:00 horas, la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón permanecía expuesta en el templo para veneración de los fieles. A continuación, varios hermanos la trasladaban a su lugar habitual en la ermita de la Vera Cruz.