viernes. 22.11.2024

El juicio más mediático de los últimos meses ha llegado a su fin. El acusado de matar a su padre con una navaja tras una discusión en su propia casa se va a pasar 10 años en la cárcel, aunque la justicia ha reconocido su enajenación mental durante el delito cometido y ha tenido en cuenta su arrepentimiento.

Este vecino de Socuéllamos asestó hasta 4 navajazos a su progenitor de 81 años y huyó de la vivienda que compartían hasta que le alcanzó la Guardia Civil. Un jurado le ha juzgado por homicidio doloso en el que se tienen en cuenta las circunstancias agravantes de parentesco y abuso de superioridad y las circunstancias atenuantes de enajenación mental y arrepentimiento.

Durante el juicio pidió perdón a sus hermanos expresamente y mostró su predisposición a reparar, en la medida de lo posible, los daños. La sentencia indica que C. I.G. padece un retraso mental ligero que, unido al consumo de unas cervezas y sustancias estupefacientes que había tomado esa misma noche, aunque no le impedía conocer la ilicitud de sus actos y actuar conforme a dicha comprensión, si limitaba ligeramente su capacidad de comprender las consecuencias de sus actos.

El parricida de Socuéllamos, condenado a diez años de cárcel