Comerciantes y público en general han valorado positivamente la novedosa campaña navideña de ‘Comercilandia’ de La Solana que fue secundada por un total de sesenta y ocho establecimientos de la localidad. Su máximo impulsor, Juan Francisco García-Abadillo, está muy satisfecho y anuncia que la iniciativa ha llegado para quedarse.
En declaraciones a la emisora municipal Radio Horizonte, reconoció que le sorprendió la masiva respuesta de negocios adheridos a la campaña “nunca pensamos que podrían juntarse tantos establecimientos, tal vez la situación que atravesamos también influyó, y al final sumamos sesenta y ocho”. No sólo destacó la cantidad, sino la calidad de los montajes “había escaparates muy currados y llenos de originalidad, lo que provocó esa magia que se pretendía”.
También subrayó el principal propósito de esta actividad “el objetivo era dar un poco de ilusión y color a las calles de La Solana, algo que se consiguió con creces según nos ha transmitido la gente”. El promotor recalcó que todo estaba enfocado especialmente en los más pequeños de la casa, aunque la actividad arrastró a toda la familia “durante todas las navidades mantuvieron la ilusión y muchos niños pasaban diariamente por los escaparates para ver a sus personajes favoritos”.
El promotor de ‘Comercilandia’ agradeció la colaboración de todas las empresas que han participado en la campaña y anunció que tendrá continuidad “estamos muy contentos y seguro que habrá una segunda edición en las próximas navidades, gracias a la colaboración de los comerciantes y a toda la gente que confía en el pequeño comercio de La Solana”.
La pandemia plantea un futuro con muchas dudas
Abadillo no puede precisar si la campaña haya servido también para incentivar las ventas en un difícil año para muchos negocios “algunos comercios lo están pasando muy mal y otros han reconocido que han sido las peores navidades de su historia, especialmente en sectores como el textil y el calzado”. Un panorama delicado que coincide ahora con un periodo de rebajas poco halagüeño “esperamos dar salida a todo lo que hay en los almacenes y podamos salvar algo la economía, pero si la gente no está dispuesta a comprar…”
Si el presente ofrece dudas, el futuro no promete mejores garantías según señaló “hay muchos comercios ahogados, en una situación crítica y no sabemos cuánto van a durar. Sólo espero que no caiga ninguno más por el camino porque el cierre de negocios nos repercute a todos”.
