La cofradía de la Virgen de las Angustias de La Solana se muestra optimista: por un lado, los hermanos acaban de aprobar la compra de un inmueble para el futuro guardapasos y, por otro, aguardan los permisos para arreglar de una vez por todas la ermita del Calvario.
La asamblea general celebrada este viernes abordó ambos asuntos, que en los últimos tiempos han dado mucho que hablar. La mejor noticia es que los hermanos entendieron las explicaciones de la Junta Directiva y apoyaron sin fisuras las propuestas presentadas. De hecho, la presidenta, María Dolores Alhambra, admite que “reaccionaron estupendamente porque se les contó la verdad. Para ellos fue una sorpresa la propuesta de comprar la casa para el guardapasos porque la Virgen se quedará en el barrio”. Será en la calle Águila, muy cerca de la ermita. Allí se construirá el guardapasos.
En declaraciones a los medios, la presidenta reconoció que “más de una vez hemos pensado en tirar la toalla”, por tanto tiempo como han esperado para poder dar una solución a la ermita y el monte anexo, y es que hace dos años, en diciembre de 2019, el Ayuntamiento de La Solana les pidió un informe arqueológico previo y ahí empezaron los problemas, puesto que se denegó una prórroga de la licencia.
Ya en noviembre de 2021 tres técnicos de Patrimonio verificaron la mala situación de la ermita y el peligro de derrumbe de la pared del monte.
Actualmente, la hermandad está trabajando para intentar conseguir la licencia definitiva, pero la situación de la ermita es ciertamente preocupante, con humedades importantes y visibles.