El Centro de Día de Alzheimer y el Centro de Mayores de Daimiel han vuelto a abrir sus puertas este lunes, tras más de un año sin poder atender presencialmente a sus mayores. Han pasado trece meses desde que se cerrarán ambas instalaciones a consecuencia de la pandemia y, tras un riguroso plan de contingencia y diferentes protocolos, esta mañana han podido recibir a sus primeros usuarios, “contentos e ilusionados” con volver de nuevo a sus rutinas.
Ambas instalaciones están al 50% de su aforo máximo, tal y como rige la Consejería de Bienestar Social. En el caso del Centro de Día de Alzheimer, trece usuarios han vuelto a sus ejercicios de fisioterapia, estimulación cognitiva o gerontogimnasia. Su directora, Mar Carrasco, se ha mostrado muy ilusionada porque “por fin podemos volver a dar respuesta a una necesidad manifiesta sobre todo en estos periodos de atención, cuidados y de trabajo terapéutico con un perfil como el de nuestros usuarios”. “La enfermedad ha sido muy cruel con este colectivo y el estado en el que han vuelto denota un deterioro a todos los niveles: físico, cognitivo, algunos en situación muy límite”, decía.
Una realidad dura, pero “a la que hay que enfrentarse”, y para ello se hará primero una valoración. Después se elaborarán planes individuales de intervención con objetivos específicos según las necesidades de cada uno. Carrasco también ha explicado que encaran esta nueva etapa con la tranquilidad de que “todos los usuarios están vacunados, y en el caso de las profesionales hemos recibido ya la primera dosis”.
Por su parte, la directora del Centro de Mayores, Prado Pérez de Madrid compartía la misma alegría por poder “iniciar una andadura que quedó suspendida hace mucho”. En este caso, la ubicación habitual donde los mayores eran atendidos se ha movido a la sala más grande de la planta de abajo para poder cumplir con el plan de contingencia y las distancias pertinentes.
Pérez de Madrid ha reconocido que los usuarios “han regresado contentísimos” ya que han estado esperando “mucho tiempo” este momento y que ha sido “muy duro estar tanto tiempo en sus domicilios”. “En el centro contamos con una ventaja frente a las residencias y es el contacto con las familias, ese refuerzo efectivo tan importante”, comentaba.
Por su parte, la concejala de Servicios Sociales, Alicia Loro, ha explicado que ya antes de Navidad estaba todo preparado para abrir, pero al regresar de vacaciones la incidencia acumulada de Daimiel se había disparado y se tuvo que paralizar de nuevo, como en el resto de la región. “Se hace una valoración muy positiva sobre todo de las trabajadoras, todas muy implicadas en este difícil trabajo en el que se ha tenido que reestructurar todo, empezar de cero y adaptarse a trabajar de manera diferente”, decía.
“Desde la distancia, quiero dar un abrazo a todos los usuarios y desearles que poco a poco puedan volver a recuperar todas las capacidades que se han ido perdiendo en estos meses”, ha deseado Loro. “Hay mucha seguridad, se ha pensado en todo, tanto en el transporte como en la estancia en el centro con grupos burbuja, por eso tenemos esperanza de que no se tenga que dar ningún paso atrás”.
