Estaba leyendo este libro, casi llegando al final; y lo hacía buscando reflexiones sobre el momento actual que se vive en el mundo y, muy especialmente en España. Desde el punto de vista literario no va a ser una obra que va a pasar a la historia como ejemplo de obra de arte; aunque está escrito con una literatura muy correcta, sencilla, y que logra lo que toda obra didáctica debe perseguir: analizar, explicar, y conducirnos a pensar. Yo le pondría el calificativo de obra pedagógica, y más, en un momento en el que hace falta mucha pedagogía en medio de tanto bulo.
No tengo espacio para explicar todos aquellos puntos que me han impactado. Pero, sí puedo detenerme en aquello que me ha conducido a comprender mejor, el pasado, el presente y el futuro de la política y la sociedad, en el mundo y en España. Muchos libros, y muchos esfuerzos de este tipo, deberían ser objeto de explicar el devenir histórico que ha conformado el tiempo actual, y sobre todo a construir un futuro que nos haga mejorar, y no, que nos lleve a la confrontación permanente, al ruido interesado, y a un freno para el progreso, que es lo que algunos buscan.
Quizá sea el concepto de europeísmo lo que más impregna el libro en cuestión. Se ha buscado plasmar en sus hojas cómo le ha ido a España fuera y dentro de Europa. Quizá sea la obra magna de la Transición, el hecho de nuestra incorporación a Europa, en los papeles y en los hechos. La España que vivió a espaldas de Europa fue siempre la España retrasada, la España pobre, la España del Sur. Una vez en Europa, vivimos mejor. Hemos alcanzado las cuotas de bienestar social de ese “Club” al que pertenecen los países más avanzados, en derechos y libertades.
Hemos vivido en España, muchos años, bajo el engaño infame de que, “de fuera venía el enemigo, venía la destrucción de nuestra patria, venían los que querían acabar con nuestros valores, venían los cantos de sirena de un progreso maligno” Al final descubrimos que eso es un bulo, que eso es falso, que alguien quería engañarnos. No volvamos a caer en las redes de ese populismo que sigue dando sus coletazos. No se cansan. Andemos sobre “tierra firme”, con el pensamiento fijo en el estudio, el análisis, y buscando la verdad, con la mirada y la mente muy abiertas.