En democracia, una vez terminado el proceso electoral, lo primero es felicitar al ganador, sin matices y sin peros. ¡Enhorabuena! El Partido Popular logra su quinta mayoría absoluta. Todos los diputados que han conseguido escaño lo hacen con la legitimidad que dan las urnas, y a ellos les corresponde elegir Gobierno. Un Gobierno que con toda seguridad será del Partido Popular. Un Gobierno legítimo para tomar todas las medidas que considere mejor para los ciudadanos y con la máxima fidelidad a su programa.
A los partidos políticos, ganadores y perdedores, les corresponde la lectura y la interpretación de los resultados. Una equivocación en esta lectura puede tener graves consecuencias para su futuro político. Empecemos por el ganador. Se equivocará el Partido Popular de Galicia si no trabaja por diseñar su perfil pensando en los problemas de los ciudadanos, de todos; de los que los han votado y de los que no los han votado. Un perfil propio sin atender a los cantos de sirena que le llegan de otros lugares. En Galicia y en España hace mucha falta una derecha liberal conservadora y democristiana, que se deje de patriotismos excluyentes.
¿Y el Partido Socialista? Tiene que preguntarse con sinceridad y honestidad cómo es posible que de 75 escaños solo saque 9. Algo está haciendo mal en esta región tan española como las demás. Algo lleva haciendo mal mucho tiempo. Estrategia equivocada que no ha llegado a los ciudadanos. No ha sabido llevar a los gallegos el relato acertado, claro, y valiente, de lo que significa la socialdemocracia. Con palabras y hechos. Demostrar, sin crispar, con argumentos, la defensa del bienestar de los ciudadanos. Y una estrategia de acercamiento e inclusión para que tengamos una España donde se incluyan todos. El socialismo es ideología y, actitud.
¿Y las demás izquierdas? Que se sienten en una mesa, dialoguen y prioricen la defensa de los más vulnerables. Que abandonen la histórica manía de luchar por ver quién manda. Les sugiero a Sumar y Podemos que miren los resultados, y ¿qué hubiera pasado si hubieran concurrido juntos? Y a todos, que la campaña empieza mañana, con el trabajo diario, con explicaciones y acercamiento; que durante cuatro años el ciudadano vea el trabajo y la actitud de cada uno. Todos a trabajar y a demostrar qué fórmulas son las más adecuadas y más eficaces. Sin insultos.