O Sumar, o regresión

Por fin llegó el esperado acto que Yolanda Díaz tenía anunciado para este domingo día 2 de abril. Ya he oído y leído comentarios un tanto despectivos hacia esta roja comunista. A quien dice eso yo le preguntaría: ¿Ha oído su discurso? ¿Sabes lo que ha dicho? Porque puede ser que ni lo ha oído, ni lo ha leído. Lo más probable es que tuviera ya la contestación preparada desde antes del discurso de Yolanda Díaz. Me preocupa, pero no me extraña. Le aplicaremos aquello de: “ignorancia y/o mala fe”, o de que “así no se hace política”, o solo “buscan que el mundo no avance”.

Mi intención es ir al fondo de la cuestión; de lo que le interesa a los ciudadanos; de lo que interesa a la política. Porque la política no consiste en hacer ruido para tapar lo que no interesa e intentar construir un mensaje de odio hacia el adversario. La política es escuchar, la política es dialogar, la política es debatir, la política es estar con la gente, la política es dar soluciones, la política es trabajo y entrega, la política es, en definitiva, transmitir ilusiones, y esperanzas.

Lo esperado, lo anunciado: no han acudido los dirigentes nacionales de Podemos. Craso error. Error grave, que suena a pretexto, a justificar lo injustificable, a esconder la verdadera razón de no unirse al proyecto “Sumar”. “Yolanda Díaz no ha querido comprometerse por escrito a celebrar primarias abiertas”. No es posible comprometerse a estas alturas a celebrar una primarias de muy difícil realización, porque no están en el juego solo la plataforma “Sumar y Podemos”; hay otras quince formaciones. Ya llegará el “tempo” de consensuar el procedimiento más oportuno.

Craso error, porque es la única esperanza conocida, la única propuesta, para renovar de nuevo la ilusión de aquel 15-M, que no pasa por su mejor momento. Ilusión de la gente al ver que hay alguien que entiende sus preocupaciones. No ha venido nadie a quitarles protagonismo a los líderes de Podemos. Cada uno tiene el protagonismo que consigue con sus actitudes. Ha surgido una líder con un potentísimo reconocimiento, muy poco frecuente. Y ante una amenaza que tenemos acechando a la vuelta de la esquina, no queda otra salida que unirse al proyecto ilusionante, primero, y después vendrá el diálogo, el debate. No hay otra: O Sumar, o regresión.