No sé si titularlo “Regalo de Navidad” o “Hecho histórico”. Al fin he decidido dejarlo en “Regalo de Navidad”. Porque es un verdadero regalo que Gobierno, Patronal y Sindicatos hayan llegado a un acuerdo para mejorar las relaciones laborales. Un verdadero regalo. Que sea un hecho histórico, como muchos lo están calificando, me da un pelín de vergüenza. Me da vergüenza que se trate de “hecho histórico”, algo que debería ser lo más normal del mundo. Si hablar, negociar, y pactar, es un hecho histórico es que algo nocivo está pasando. Debería preocuparnos profundamente.
Dialogar, negociar y pactar es difícil. Ya lo sé. La Patronal defiende los intereses de la empresa, y los Sindicaos defienden a los trabajadores. Normal. Hacen lo que deben. No hay porqué asustarse. Por eso es difícil. Pero para eso está la política. Ahí debe entrar la política. La política que resuelve problemas; no esa política que los crea. La sociedad debería ver en la política, la solución de los conflictos; debería ver al moderador con iniciativas y soluciones. Para eso está la política; es su razón de ser. Es un auténtico regalo que haya políticos que acerquen; no que enfrenten.
Las reformas laborales no crean empleo. Es una falacia decir que la reforma laboral de 2012 creo empleo. No. Hizo que el empleo que se creara fuera inestable y precario. Las reformas laborales están para mejorar la relación entre empresa y trabajador, sin menoscabar los intereses de ambos. Por eso ha llegado a buen fin el nuevo intento. Porque se ha tenido en cuenta la posición de los contendientes. Por eso fracasó la reforma de 2012; porque fue unilateral; porque se hizo con la mayoría absoluta del gobierno, sin escuchar a los agentes sociales. Ni intervinieron.
No entro en el contenido[CM1] . ¿Es una ley perfecta? Seguro que no. Irán apareciendo defectos, que necesitarán retoques y una vigilancia permanente. Pero, ¿Va a tener más éxito que ninguna? Seguro que sí. Porque nace como producto del consenso. No será fácil el día de mañana borrarla de un plumazo, como advierten algunos. Y si así fuera sería una gravísima irresponsabilidad. Ya lo es, solo anunciar la intención. El deseo de algunos es, que en lo sucesivo, haya políticos capaces de sentar en la misma mesa a los representantes de posiciones diferentes, y llegar a acuerdos. Que la actitud política y social que ha reinado esta vez no sea un “Hecho Histórico”. Gracias a Gobierno, Patronal y Sindicatos por el “Regalo de Navidad”.