Observar, analizar, pensar, contrastar, aprender son indispensables para ser libres. No puede haber libertad si no se piensa, si no se aprende. La ignorancia conduce inexorablemente a la pérdida de libertad. La libertad se consigue luchando; nadie te la va a regalar. Hay que forjársela. Por una parte pensando y aprendiendo, y por otra que nadie pretenda desposeerte de esa libertad, que ha costado mucho esfuerzo, y mucho tiempo conseguirla; un esfuerzo individual y colectivo. Una libertad que ha sido el éxito o el fracaso de los pueblos y de las personas.
Todos los años cuando recibía a un grupo de alumnos nuevos, los sometía a una pequeña reflexión. Lo hacía como estímulo a trabajar con entusiasmo, para aumentar su cultura, su preparación; para forjarse un futuro. Pero también para dar el primer paso a formar hombres y mujeres libres. A partir de hoy quiero alumnos con la ilusión de aprender; no solo lo que yo os pueda enseñar, sino despertando la curiosidad de que todo lo que nos rodea lo necesitaremos para desarrollarnos mejor; para ser mejores; para ser más felices; y para ser más libres.
Estamos en la habitación de un colegio, que durante este año nos va a servir de aula, de espacio donde vamos a convivir, donde vamos a intentar ser mejores y más felices. Veis al fondo y a mi espalda dos puertas. Y yo puedo preguntaros ¿por cuál de esas dos puertas os gustaría salir? La respuesta inmediata será: ¿Qué hay detrás de cada una de ellas? Si no sabemos lo que hay detrás, nunca tendréis la libertad de elegir por cual queréis salir. Lo echaríais a suerte. Saldréis por la que os diga un listillo, o en todo caso por la que yo os aconseje. Pero no habréis elegido libremente. Es imprescindible saber lo que hay detrás para elegir libremente.
Pues lo mismo os pasará en todos los tiempos de vuestra vida. Cuanto mejor conoces lo que hay en tu entorno, de mayor libertad disfrutarás. Más estudio, más libertad. No escuchéis cantos de sirena. “Si no haces lo que te manden tus padres te creerás más libre”. No. No serás más libre. “Soy libre porque puedo tomarme las cervezas que quiera y donde quiera”. No. Eso no es libertad. La libertad es algo mucho más profundo, mucho más esencial para tu formación. No lo olvides: cuanto más sepas más libres serás, y menos te engañarán.