¿Aprovechará la oposición para llenar la mente de alternativas constructivas, y reorientar su fallida estrategia de oposición apocalíptica? Lo veremos. De momento no estaría mal un poquito de examen de conciencia; un poquito de análisis en lo realizado hasta ahora. Se trata de una operación indispensable y perentoria para el futuro de la derecha española y para España. Lo he dicho mil veces, pero no me escuchan. La derecha española necesita dirigir su mente, su pensamiento, hacia una derecha liberal, conservadora y democristiana, como en Europa. España lo necesita.
Se lo están diciendo desde todas las direcciones, pero no se enteran. Quizá no quieran enterarse porque estén convencidos de que con el populismo de la ultraderecha pueden obtener mejores resultados electorales. Yo creo que no. Pero aunque así fuera la política es mucho más que una pura estrategia falaz. Los altos precios pagados en política terminan resultando caros. Un partido debe, en primer lugar, llenar su mochila de propuestas constructivas, que mejoren las existentes y diseñar una estrategia coherente con una actitud en el marco de las buenas formas.
Algún dirigente destacado ha llegado a decir que “España desaparecerá porque es incompatible con el sanchismo”. “España entrará en recesión”, y luego resulta que crece más que el resto de Europa. “Con Sánchez habrá referéndum”; y el único referéndum se hizo con Rajoy. “Bildu gobernará en Euskadi”; no; está gobernando el PNV con el apoyo de los socialistas. “Con PSC y ERC se iba a constituir una coalición independentista”; no; gobierna Illa en solitario con los votos de Esquerra. Y la guinda: “El presidente de Cataluña iba a ser Puigdemont a cambio de que este mantuviera a Sánchez en la Moncloa”.
Estas predicciones apocalípticas -por ser prudente en la denominación- revelan dos cuestiones muy graves para el buen funcionamiento de la política. Revelan, en primer lugar que no tienen un contenido programático alternativo que mejore lo existente; y en segundo lugar unas formas que solo conducen a la confrontación y a la imposibilidad de diálogo y consensos constructivos. Es más, muestran una imagen de la política que no es. La política es lo más grande que existe para mejorar a los ciudadanos gobernados. ¿Meditarán con honestidad debajo de la sombrilla?