Siguiendo el razonamiento que hace el catedrático de Derecho Constitucional, Javier Pérez Royo, comparto su idea de que la operación Sumar está bien desarrollada, y bien diseñada; por lo que es muy difícil que fracase. ¿Que se va a encontrar en el camino con obstáculos? claro que sí. Un proyecto de tamaña envergadura, tiene que encontrar dificultades; y muchas, y gordas. Pero eso no significa que el proyecto haya fracasado, o que vaya a fracasar. La inteligencia y el empeño que se está poniendo hacen albergar la esperanza en un triunfo seguro.
El proyecto “Sumar” viene a resolver una demanda permanente que necesitan las izquierdas en España desde hace quizá, doscientos años, y que tanto daño ha traído en momentos clave de nuestra historia. Acontecimientos acaecidos en buena parte del siglo XX hubiesen tomado otro cariz, bueno para España y muy bueno para la normal convivencia entre españoles. Que en la izquierda haya diversas formas de entender el progresismo no significa que tengan que luchar por separado. Hay un interés común por avanzar en paz, que debe sobresalir de entre todos los demás.
El discurso de Yolanda Díaz, en el pabellón Magariños, pone de manifiesto que avanzar en los derechos de la mayoría de españoles, sin enfrentamientos, sin crispación, sin odio al adversario, es posible y necesario. Con diálogo y debate se pueden poner encima de la mesa fórmulas diferentes, que tengan el mismo objetivo: mejorar el estado del bienestar de los españoles. Al estado del bienestar no se puede oponer nadie. La política de hacer el bien, tiene que estar por encima de las políticas interesadas de una minoría.
Yolanda Díaz, desde el ministerio de Trabajo, ha demostrado que se puede mejorar la vida de los trabajadores con acuerdo de Gobierno, Sindicatos y Empresarios. Hemos de lograr una mayoría de derechas y de izquierdas, que sepa discutir diferentes fórmulas, con libertad y tolerancia, para conseguir un mismo objetivo. Pero para ello hay que lograr, primero, que las izquierdas abandonen sus “egos” tradicionales. Hay que aprovechar la aparición de una líder, que parece haber entendido esta dinámica, y construir una federación de diferentes que aglutine todas las formas de entender una misma política. Todo lo que implica “Sumar” es bueno.