En democracia, después de un proceso electoral, solo caben dos acciones: Felicitar al ganador y analizar los resultados con honestidad y realismo. Lo primero, nuestra felicitación al Partido Popular de Andalucía por haber ganado las elecciones con mayoría absoluta; cosa muy difícil ante un espectro político tan disgregado. Si ha sido porque su programa convence más; o porque su estrategia ha estado muy bien diseñada. No lo sé. Da igual. Éxito sin paliativos, del Candidato Juan Manuel Moreno. Digo del candidato, porque dudo si el éxito es suyo o de su partido. Ya es la segunda comunidad en la que se presenta a las elecciones medio escondiendo sus siglas.
Los demás partidos, -todos-, han sufrido un estrepitoso fracaso. No vengan ahora con medias tintas. Parece como si quisieran demostrarnos que están orgullosos del resultado. No sé de ninguno que haya conseguido lo que se proponía. Ya es un clásico oír en la noche electoral justificaciones artificiosas que parecen pretender engañar, no sé a quién. Pero vayamos al Partido Socialista, porque se ha quedado segundo, porque era el único que al perecer tenía alguna posibilidad.
La derrota del PSOE tiene unas connotaciones que otros no tienen. La más definitoria es que ha sido el partido hegemónico en Andalucía, desde la transición. Ha sido quien más ha contribuido a la transformación de una región abrumada por el caciquismo, por las desigualdades, la pobreza y la emigración. El desencanto ha sido mayor. Aunque buscando el lado bueno, no estaría mal que, en este sentido, Andalucía haya perdido el miedo a la derecha; que deje de considerarla como la causante de sus enfermedades endémicas. Pero ahora tiene que demostrarlo, y no volver a las andadas, de vuelta a los señoritos.
Pero volvamos al PSOE, que es del que estábamos hablando. Sin duda la otra causa ha sido la imagen de desunión en este partido. Todavía dice el Sr. Lambán que la Ejecutiva Federal debería hacer una reflexión profunda. Vaya, vaya, con Sr. Lambán. ¿No seguirá aún contra el “Sanchismo”? Y hablando de desuniones, no es menor, la de PSOE y Unidas Podemos, dentro del Gobierno. Algunos aún no se han enterado de que, desde hace muchísimos años, la desunión de las izquierdas ha favorecido el triunfo de las derechas. Felicitaciones, y recomendaciones.