sábado. 23.11.2024

Con las víctimas

Artículo escrito por Julio García-Casarrubios

No hay mejor homenaje a las víctimas del terrorismo, no hay mejor forma de estar con ellas, que haber trabajado por acabar con la banda terrorista ETA; de haber logrado que la palabra sustituya a las pistolas. Y, ¿por qué digo esto ahora? La verdad, pienso yo, es que no debería tener necesidad de decirlo. Pero, después de ver la sesión de control al Gobierno de pasado miércoles, si parece, por desgracia, que es necesario recordarlo. Recordar que fue esa una tarea de todos, durante muchos años, y siempre llena de obstáculos.

Y que por fin la vimos todos culminada al final de la primera década de este siglo. Hoy aquellos que reivindicaban sus posiciones mediante el asesinato cruel, vil y cobarde, hoy, digo, defienden sus posiciones con la palabra. Por ello, todos deberíamos estar llenos de satisfacción y orgullo. Sí, sí. Contentos de un logro tan espectacular, uno de los logros más importantes acaecidos en los últimos tiempos de nuestra historia. Y si difícil fue lograrlo, no lo es menos ahora adoptar una posición de reconciliación, una posición de bienvenido sea.

El pasado miércoles quedó en evidencia en el Congreso de los Diputados, que aquellos que usaron la lucha antiterrorista, para atacar al Gobierno Zapatero, hoy siguen en la misma línea, utilizando a las víctimas para atacar al Gobierno Sánchez. El mantra de que Pedro Sánchez no está con las víctimas y está con los verdugos, es una falacia indecente e insoportable. Nadie a estas alturas puede compartir y defender esa posición si no es para hacer daño al Gobierno. En el fondo están buscando una justificación para poder decir a continuación: “Váyase Sr. Sánchez”

Ya he dicho antes que no es fácil. Pero hay que ser lo suficientemente responsable para entender que toda tarea de Estado, como esta, requiere inteligencia, valentía, y mucha generosidad. Les hemos estado exigiendo a los partidarios de hacer política con las armas, que lo cambien por la palabra, y ahora que lo hemos conseguido, ahora que hemos ganado la batalla, no podemos recibirlos, en el nuevo escenario, como apestados. No. Por mucho esfuerzo interior que nos cueste. Los delincuentes lo han pagado, lo están pagando, o lo pagarán. Pero los que no tiene delito, bienvenidos sean al territorio de la democracia. Es la mejor forma de estar con las víctimas.

Con las víctimas