Algunos le llaman despectivamente “Consenso progre”. Es una forma de rechazar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que propone la Agenda 20-30, como el fin de la pobreza, la igualdad de género, o el cambio climático. O no se la han leído, o si la conocen, se presentan ante la actual sociedad como un sector desubicado para vivir en el siglo XXI. La expresión de “tirarla a la papelera”, como han dicho, es inaceptable, y pone de manifiesto que se sitúan fuera del marco de la democracia. ¿Pero, qué es lo que rechazan? ¡Que lo digan!
En el año 2015 los 193 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaron la Agenda 20-30, un plan de acción a favor de “las personas y el planeta”, en el cual se engloban “los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS). Ahora, esta hoja de ruta cobra más importancia que nunca como vía para una recuperación verde del planeta y sus ciudadanos.
A los señores que quieren tirar a la papelera la Agenda 20-30, y todo aquello que engloban como “Sanchismo”, hay que preguntarles si es que están en contra del desarrollo social. Porque los 17 ODS están relacionados con la energía limpia, con la pobreza, con la paz y la justicia, con ciudades sostenibles, con la educación, la sanidad y la igualdad. Organismos como la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de la Salud o el Banco Mundial ya se han posicionado a favor de este gran reto que supone para la humanidad.
Todos los países miembros de la ONU, han presentado su programa de aplicación para cumplir los 17 ODS para el año 2030. España, respecto a la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión social, aporta la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, el incremento del Salario Mínimo Profesional, y ayudas al estudio para los que las necesiten. Por otra parte España presenta la aprobación del Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Supongamos, por un suponer, que no deseamos por el bien de todos, que a partir del 23 de julio gobierna PP Y VOX. La ONU y todos los organismos internacionales le preguntarán al Gobierno de España lo que han hecho, y éste dirá: Nada. Nosotros ese programa lo hemos tirado a la papelera.