La propuesta del PP de CLM para fomentar la natalidad y frenar la despoblación en la región como si fuera un dos por uno de rebajas, viene cargada de un tufillo edadista de prejuicio y discriminación debido a que fija la edad para las mujeres que se acojan a ello en 30 años. Da esta propuesta la impresión de cimentarse sobre el total desconocimiento sobre las causas de la falta de natalidad, además de no aportar mas que una tirita económica cuando lo que se necesita son políticas integrales como tratamiento.
La propuesta de 14.500 euros para las madres de menos de 30 años durante dos, que se llega a incrementar hasta 20.000 euros para mujeres que den a luz en zonas con riesgo de despoblación, es una ocurrencia que deja en desamparo a la mayoría de las mujeres de nuestra región ya que según datos de INE la edad medida de maternidad está en 32 años en CLM.
Y cabe preguntarse, después de los dos años, que pasará con esas mujeres y sus hijos?, porque llenar las tierras baldias de bebés no va a garantizar que la población se mantenga en esos núcleos que no tienen ni farmacia ni centro de salud ni cuentan con un colegio en muchos kilómetros a la redonda y tampoco trabajo estable para las madres o viviendas a precio asequible.
El mensaje contradictorio que se lanza desde la derecha es el de: ten muchos bebes y repuebla la tierra cuanto mas joven mejor, pero de mantenerte a ti y a tu familia olvídate, porque ni siquiera las ayudas serán posibles mas allá de los dos años del bebé.
Establecerse en la España vaciada o fomentar la natalidad no tiene nada que ver con volver al año 85 y prohibir el aborto, como ya propusieron anteriormente desde el partido de Núñez, tiene que ver con un modelo de justicia social, un modelo de equilibrio y desarrollo territorial que en Castilla La Mancha no existe ahora mismo.
Incrementar la natalidad tiene que ver con que miles de jóvenes no tengan que salir de nuestra región en busca de un futuro porque consideran que la suya es una tierra sin futuro, ni dar limosnas como única solución exprés para poder plantar a esos bebés cual coliflores en la llanura manchega .
Las mujeres jóvenes y menos jóvenes necesitamos poder decidir sobre nuestra maternidad con seguridad dentro de nuestro proyecto de vida, sin que el riesgo de pobreza se ciña sobre nuestras decisiones y desde luego no queremos ser las vasijas útiles para las añejas políticas de natalidad que nos transportan a un país de NODO.