El 27 de agosto de hace 30 años falleció el alcalde de alcaldes, el alcalde de todos y cada uno de los valdepeñeros, con una visión más allá de lo cotidiano, aunque sin descuidar los detalles diarios de cada vecino. Alguien que logró buena parte de lo que somos como valdepeñeros, y a quien debemos el poder realizar actos cotidianos que no valoramos lo suficiente, como abrir el grifo del agua a cualquier hora del día.
Don Esteban López Vega debe ser recordado y debe ser conocido por las generaciones más jóvenes que ignoran a quién le deben buena parte de las comodidades y posibilidades que les ofrece esta ciudad. Cuando tuvo la oportunidad de ser alcalde, no se lo pensó, defendió los intereses de Valdepeñas visitando a ministros, embajadores, empresarios, artistas, hasta al rey don Juan Carlos I, y estos personajes visitaron Valdepeñas después.
Su arduo trabajo para conseguir proyectos para Valdepeñas en varios ámbitos, como ante el gobierno regional y nacional, le hizo conocido en la provincia y en la región, en una época en la que el reconocimiento de los hombres y mujeres era el boca a boca, y apenas algún artículo en prensa. Su carácter asertivo a veces se tornaba duro siempre defendiendo a Valdepeñas. No dudó en mostrarse implacable e intransigente ante el ministerio de Obras Públicas y Urbanismo para que le financiaran su idea de hacer un embalse en el río Fresneda que diera agua suficiente a Valdepeñas, siendo el gobierno nacional y don Esteban ambos del mismo partido, la UCD.
Y siendo don Esteban de Alianza Popular y el Gobierno Regional del PSOE, estalló ante el ninguneo de las autoridades regionales con la realización de la feria Agroalimentaria-86 y amenazó con la salida de Valdepeñas de la región castellano-manchega. Don Esteban, como todo el pueblo le llamaba, decidió hacer mucho más que cobrar impuestos, fue el “jefe de marketing y ventas” de Valdepeñas y su obsesión porque a ninguna familia le faltara lo más básico le llevó a buscar empleo para todos los valdepeñeros. Él solo se impuso la difícil tarea de encontrar empresas que ocuparan el Polígono Industrial del Vino, impulsado por él y a pesar de la crisis, buscó las empresas para generar riqueza, pero sobre todo para disminuir el paro local. En marzo de 1984 se dieron a conocer las ayudas para llenar el Polígono Industrial de Valdepeñas, los requisitos eran precio interesante, licencia de obra gratis y cinco años de exención de impuesto municipal, así como consiguió gestión de créditos oficiales en buenas condiciones a través del Banco de Crédito Industrial y entidades financieras, agilidad en las gestiones de tramitación…
Por todo esto me gusta recordarle como nuestro ALCALDE, en mayúsculas, fue mucho más que un alcalde, fue un visionario emprendedor e hizo que Valdepeñas fuera pionera en la región con la celebración de ferias agroalimentarias. Y con su capacidad de gestión mostró el vino de Valdepeñas al mundo, abriendo caminos a la exportación al mismo tiempo que nos traía la cultura de otros países en unas Fiestas del Vino, genuinas, auténticas y productivas.
Sus preocupaciones económicas y culturales fueron a la par. Llenó Valdepeñas de museos y nos trajo la cultura desde cerca y desde muy lejos, convirtiendo a veces a Valdepeñas en una privilegiada en toda España. Otros le han querido imitar, pero sin duda fue y será inimitable, porque debajo de este ímpetu y carácter había un buen hombre, que amaba y quería a su pueblo por encima de todo.
En 1979 ocurrió una tragedia inmensa que hubiera hundido a Valdepeñas para siempre, pero D. Esteban enfundado en sus botas de agua, enfangado como el que más, nos enseñó que de las tragedias y dificultades, siempre encontraba oportunidades, y con un épico esfuerzo personal, luchó para que sus acertados proyectos se fueran materializando. La solidaridad de todo un país y los gobiernos de UCD entonces, fueron generosos con las ayudas para la recuperación de la riada. Cuando desapareció UCD del mapa político, don Esteban optó por Alianza Popular para volver a presentarse como alcalde, pero lo que sobre todo valoraron los valdepeñeros fue su gran gestión y su arrojo, su capacidad para defender los intereses de los valdepeñeros delante de quien fuera, y esto le llevó a conseguir el gran logro que ocupó su extensa etapa de alcaldía: en Valdepeñas no volvería a faltar agua, consiguió que el agua del Pantano de Fresneda abasteciera sin problema a la localidad.
Han transcurrido 30 años desde su fallecimiento, y más de 40 desde que comenzara como alcalde, un alcalde para recordar, para imitar, que sólo consiguió mermar y vencer su voluntad una enfermedad despiadada. ¡Qué injusta es la vida y qué débil la memoria! Por eso desde el Partido Popular de Valdepeñas queremos que su recuerdo, su figura y su buen hacer no se olviden. El año pasado se creó el Primer Memorial D. Esteban López Vega, este año en el 30 aniversario de su fallecimiento, llevaremos a cabo el Segundo Memorial, y será más especial, como mereció y merece. Se llevará a cabo en una época en la que habrá finalizado la vendimia, las fiestas, el verano, una época en la que el triste otoño nos recuerde que Valdepeñas fue gobernada en un tiempo, por un gran hombre que la convirtió en una gran ciudad