“No puedes consumir mucho si te quedas quieto y lees libros”, dijo el escritor Aldoux Huxley, autor del libro Un Mundo Feliz. En esta distopía las personas viven felices gracias a una droga – el soma – que las produce felicidad y que anula su voluntad y pensamiento. Aldous Huxley y George Orwell, autor de la otra gran distopía 1984, también conocida como El Gran Hermano, polemizaban sobre cómo se sometería a la sociedad en un futuro. Huxley afirmaba que no sería por la fuerza sino proporcionando ocio, facilidad, rendición intelectual y mucho entretenimiento. Por su parte, Orwell entendió que la sociedad acabaría sometida y controlada mediante la continua vigilancia del Gran Hermano.
La Comisión Europea pretende suspender la App Tik Tok Lite porque es altamente adictiva. En general, todas las redes sociales y juegos on line se asemejan al `soma´ de la sociedad descrita en Un Mundo Feliz, pero con una vigilancia perversa, tal y como describió Orwell en El Gran Hermano. Las dos distopías confluyen en las redes sociales ya que proporcionan ese pequeño placer inmediato de recibir unas gotitas de aceptación mientras la propia red observa cuál es alimento que le gusta a nuestro cerebro.
Tik Tok proporciona la curiosidad por el siguiente vídeo que, además, está hecho a la medida exacta de nuestras apetencias. En una perversa paradoja, las propias redes sociales individualizan los contenidos que nos proporcionan a cada quien, al mismo tiempo que aliena al individuo secuestrando su atención todo el tiempo posible.
Las aplicaciones funcionan como un pienso compuesto para aves arrojado a la gran granja en la que se estabulan los cerebros. La soledad es saciada y disfrazada mediante una comunicación falseada en la que no vemos los gestos del interlocutor, no nos olemos, ni vemos nuestra mirada, ni el tono de nuestra voz. La comunicación es descafeinada si no podemos ver las manos de quien habla. No se puede sustituir la información que se percibe cuando ante un “¿Cómo estás?”, el otro responde, “bien”, con la espalda encorvada y la sonrisa mediana.
La sanción que pretende la Comisión Europea si Tik Tok no toma medidas para proteger la salud mental de los menores es la suspensión o la imposición de sanciones que abarcan desde el 1% de la factura global o el 5% de sus ingresos medios en todo el mundo. Y es en este momento donde se constata que la ley que impone sanciones resulta obsoleta, ha devenido inútil, pequeña e inoperante en el mundo actual. No hay ley que pueda regular el consumo de contenidos de las redes sociales porque el contenido es inmediato, breve y fácil, sin requerir apenas esfuerzo por el usuario. Pero, ¿por qué consumir papilla intelectual, habiendo señores tan interesantes como Dostoyevski? Solo se trata de quedarse se quieto y leer libros. No es tan difícil.