Después de casi un año de obras de albañilería y restauración, en la sacristía de la Parroquia de la Asunción están acabando las reformas de la cúpula y las paredes. El objetivo era descubrir las pinturas que tapaban las paredes, tapadas por la cal de estas y que no dejaban ver lo que se escondía detrás.
Enrique Galán, párroco de este Iglesia, asegura que la sacristía era una de las partes más perjudicadas de toda la parroquia, por lo que la reforma ha significado un soplo de aire fresco y de vuelta a sus inicios, ya que la sacristía se creó en el siglo XVIII y las pinturas pertenecen al siglo XIX.
Otra de las novedades es el cambio de la cruz del Cristo en el frontal, que es más grande y que cuadra con las pinturas del fondo, quedando en medio de la imagen. Así el calvario ha cambiado de una forma mucho mejor.
A las obras le quedan apenas un mes. Así, para las fiestas de la Virgen la iglesia estará como nueva.