Una de las principales funciones de los museos es la de difundir a través de su material expositivo la historia y el arte, en el caso que ocupa al Museo del Vino de Valdepeñas, trabajan para el conocimiento del vino y su historia, esta difusión es el lazo de unión entre la institución y el visitante.
Con esta misión en la mente desde el museo han querido acercarse a un colectivo no muy cuidado algunas veces, las personas con discapacidad visual. Después de ponerse en contacto con la Agencia Administrativa de Ciudad Real de la ONCE y explicarles las intenciones que tenían se desplazó hasta el museo la técnica de Rehabilitación de la ONCE, Marta Senis Gilmartin.
Una vez cursada la visita se redactó un informe de valoración para mejorar las condiciones de accesibilidad para personas con discapacidad visual. Entre otras recomendaciones se encuentran el diseño de un encaminamiento para dirigir a las personas dentro del recorrido del museo, la señalización de piezas y escalones con bandas rugosas para advertir la presencia de obstáculos, la señalización de puertas con cristal o el cambio del tipo de baldosa a la entrada del museo para poder identificar la misma.
En estos momentos el Museo del Vino se encuentra inmerso en estas tareas. "Queremos hacer el Museo del Vino un museo para todas las personas, porque todas tienen derecho a poder disfrutar de nuestra historia. En definitiva hacer un museo más democrático al alcance de todos y todas", aseguran desde el centro.