Hasta el 30 de septiembre se podrá ver en un escaparate de la calle Unión, 14, en "La Ciudad del Vino", una magnífica exposición de una veintena de máquinas de escribir y calcular-calculadoras-, que se utilizaron entre 1920 y 1970, antes de que los ordenadores se generalizaran en todas las oficinas existían este tipo de máquinas, que solían ser de la marca "Hispano-Olivetti", que son las que se exhiben, dado que, en las oficinas de Valdepeñas y en la empresa de mi padre y mis tíos "Matías Brotons y Hermanos", tanto en las bodegas: "Santa Isabel" y "Santa Pola", como en el almacén de ventas al por mayor de Frutas, pescados, conservas y salazones, se utilizaban la citadas máquinas y el mecánico que las reparaba y ponía a punto: limpieza, engrase, cambio de cintas... era Tomás Chacón, padre del actual coleccionista que las muestra y que fue el que comenzó la colección, que ha continuando su hijo Ángel y durante más de 20 años ha ampliado mucho más, hasta el extremo de tener casi 300 de las citadas máquinas, lo que demuestra que, quizás, seguramente, sea la mayor colección de España en un coleccionista particular, que también las restaura y las pone en funcionamiento, dado que, trabajó en su juventud junto a su antecesor y conoce perfectamente el oficio.
Me cabe la satisfacción- hace un par de años- de haber sido invitado por el propietario Ángel Chacón Muñoz a contemplar detenidamente la colección completa, en la casa del coleccionista y es verdaderamente asombrosa, una maravilla, una joya única y muy difícil de visionar hoy en día, dado que, la inmensa mayoría de las máquinas expuestas suelen estar olvidadas y arrinconadas en casas, oficinas, desvanes...; aunque también se utilizan para decorar, que algunas suelen quedar preciosas, sobre todo si se conservan originales. Yo tengo una en mi casa, que es un modelo muy antiguo de la marca: Royal, cuya funda era de madera y se podía transportar como una maleta pequeña.
Sugerencia
Sugiero a mi buena amiga Vanessa Irla, excelente edil de Cultura del Ayto. de: "La Ciudad del Vino", que sería un gran acierto exhibir en vitrinas y bien protegidas este tipo de máquinas en las salas de exposiciones del "Centro Cultural: La Confianza"- precioso edificio modernista restaurado por el Consistorio valdepeñero y que diseñó el arquitecto ilicitano Marcelino Coquillat, en 1912, que también hizo el "Templete" del Paseo de la Estación"-, en 1913-, muestra, que sería un éxito rotundo si se invitará a los Colegios de Primaria e Institutos de Secundaria de la patria chica de Bernardo de Balbuena, Ana de Castro, Gregorio Prieto, Juan Alcaide, Francisco Nieva, Ignacio Morales Nieva, Sagrario Torres, Tomás de Antequera, Ignacio Crespo Foix, Óscar Benedí..., ya que, las nuevas generaciones desconocen totalmente este tipo de artilugios..., que, en su día fueron fundamentales para realizar los trabajos, aunque en la actualidad sólo sean piezas de museo, que mucha gente considera trastos viejos inservibles...
La exposición
La exhibición esta compuesta por 11 máquinas de escribir y 8 calculadoras de distintos modelos que son: (Calculadoras: Olivetti SUMMA 20 (1960), Olivetti Undenwood 200 (1960), Olivetti Logos 42 /1976), Olivetti Logos 42 (1976), Olivetti Logos 58 (1973),
Olivetti Logos 444 (1991), Olivetti Summa 15 (1949) y Olivetti Multisumma 20 (1964), algunas de ellas son totalmente manuales y otras de mecánica electrónica y con pantalla algunas...
Las máquinas de escribir son igualmente todas de fabricación española y de distintos modelos, que sería largo de redactar aquí, así que, voy finalizando mi reseña a la nombrada exposición, que, espero les encante a todos los que somos románticos y apreciamos y valoramos las cosas antiguas, entre las que se encuentran éstas máquinas de escribir y calcular, que yo recuerdo manejar y haber escrito miles de cartas, sobres y otros documentos en la: "Olivettí" que había en la oficina del almacén de mi familia, pero, además, es que es en la que aprendí a escribir en la Academia de Mecanografía y Taquigrafía, que tenían el profesor Ramón Morales, en la calle: Escuelas, de Valdepeñas, donde llegué a dar 400 pulsaciones por minuto cuando preparé oposiciones a la Banca, oposiciones a las que no llegue a presentarme nunca, dado que, mi madre me convenció para que me quedará en los negocios familiares...
Por cierto, que todavía conservo la factura de la máquina Olivetti, que le compré al citado mecánico Tomás Chacón, que también vendía nuevas y me costó 15000 pesetas en el año 1977, que, en aquella época, era "un pastón", como dicen ahora los chicos/as jóvenes, que alucinarán en colores con este tipo de máquinas que utilizaron sus padres y abuelos.
Bienvenida
Bienvenida sea a mi ciudad natal está muy interesante y didáctica exposición de máquinas de escribir, que se puede contemplar en la calle: Unión, 14, en Valdepeñas, mi ciudad-isla, mí ínsula báquica, mi Atenas, mi Alejandría de La Mancha.