El sol se ponía sobre Getafe y el cuello le pesaba a Paula Sevilla. Colgaba una, dos y hasta tres medallas. Era el peso del éxito, ese que parece algo consuetudinario para ella cuando llegan las grandes citas. Pero las costumbres se hacen leyes, aunque sea harto complicado escribirlas. Por si fuera poco, Hermi Parra regresó a la élite corriendo la final del cuatrocientos y remató la faena con un bronce en el relevo largo. Ellas, junto a la presencia ya cotidiana de Antonio Serrano como patrón de varios de los mejores, volvieron a escribir otra página impagable en la historia del deporte solanero.
Este Campeonato de España al aire libre arrancó para La Solana el sábado con Hermi Parra en la final de los 400 ml. Acabó séptima con 54.67, pero la sensación de volver a comer en la mesa de las mejores. Después llegó la plata de Paula en los 100 metros lisos. Venía de una gran semifinal, donde logró plusmarca personal con 11.35, una barbaridad, y paró el crono en otros magníficos 11.42. Solo María Isabel Pérez (Valencia) fue un pelín más rápida y le arrebató el oro.
El domingo quedaban emociones fuertes en la jornada vespertina. Paula Sevilla, que había optado por hacer doblete, arrancó el bronce en los 200 ml, con un gran registro: 23.59. El ‘problema’ es que María Vicente voló al oro con 23.03 y Jael Bestué se metió segunda con 23.23. Tal es el nivelazo de la velocidad femenina española.
Aún quedaban los relevos. Paula Sevilla completaba su triplete de perseas con otra plata junto a sus compañeras del Playas Castellón en el 4x100, mientras que Hermi Parra mordía el bronce con el cuarteto del 4x400, también con el Playas Castellón.
Decir grandes, es decir poco.