Iván Romero no para de dar saltos y el último ha sido brutal. Si será difícil que olvide el 15 de agosto de 2021, día en el que debutó en la Liga Santander contra el Rayo Vallecano, y además en el Pizjuán, tampoco olvidará el 29 de septiembre del mismo año. En pleno veranillo de San Miguel –en España- el talentoso futbolista solanero jugó en Wolfsburgo (Alemania) sus primeros minutos en la Champions League, la máxima competición continental a nivel de clubes. Lo hizo con la zamarra de su Sevilla, club con el que se siente plenamente identificado.
Iván salió en el minuto 70 de partido, más que suficiente para recrearse en la suerte, como los buenos toreros. Y no tardó en demostrar su buena mano (o buen pie) sobre el verde. Los zagueros teutones en seguida advirtieron que tenían enfrente una culebrilla de difícil codificación. Hubiera sido el colmo un gol con firma manchega. Finalmente, el Sevilla empató por mediación de Rakitic, de penalti, y el delantero de La Solana lo celebró como uno más.
Es difícil saber cuándo será la próxima convocatoria de Iván con el primer equipo, y para qué partido. Pero ya no es difícil deducir que su viaje a la Baja Sajonia no responde a un hecho casual. Qué va. Lopetegui lo tiene marcado en su radar y tira de él en la confianza de que puede ayudarle de verdad. Se supone que el de La Solana regresará al Sevilla Atlético, donde el pasado domingo ya dio muestra de su pólvora con dos dianas en San Fernando.
De momento, Iván Romero puede presumir de haber sido el primer solanero que ha jugado un partido de la Champions League, lo que siempre fue la Copa de Europa. Y La Solana puede presumir –y presume- de tener otro deportista en la élite del deporte. La noche de este miércoles, día de San Miguel, y la mañana de este jueves, no se hablaba de otra cosa. Felicidades, una vez más.