Lo cierto es que pese a que el arte es una de las profesiones más vocacionales que hay, también es una de las más sacrificadas y es que, aunque en líneas generales se consume mucho arte, mayormente no se le da el valor que merece. Esta es una de las razones por las que la profesión de artista suele generar cierto miedo en las familias cuando se elige como salida profesional. Ya en septiembre y con el inicio del nuevo curso académico a la vuelta de la esquina son muchos los jóvenes amantes del arte que dudan sobre su futuro y para disipar incertidumbres y profundizar más en esta cuestión cuatro artistas independientes de Valdepeñas se han ofrecido a compartir su historia, su experiencia y, de paso, presentarnos un poco su arte.
Las cuatro coinciden en que es complejo ganarse la vida de esta forma, porque la estabilidad y el reconocimiento no son fáciles de hallar para el artista. Sin embargo, también aseguran que con ilusión, esfuerzo y constancia se cosiguen grandes cosas y es por esto que ninguna de ellas ha aparcado su sueño ni piensa rendirse.
Lydia Jiménez
Lydia llegó a la Ciudad del Vino a los pocos días de nacer y ahora trabaja haciendo encargos personalizados. En su caso, se ha formado en este mundo a través del Bachillerato de Artes en el Instituto Bernardo de Balbuena de Valdepeñas y de los Grados Superiores de Gráfica Publicitaria e Ilustración que realizó en Toledo. En este sentido, para Lydia la influencia de los docentes puede ser vital a la hora de lanzarse a por un sueño:
“El profesor y artista Antonio Crespo es uno de los mejores docentes que he tenido en toda mi carrera de estudios y en el instituto me ayudó mucho a la hora de decidir en qué ramas del arte quería especializarme”.
Además, la artista cree que la principal barrera a la hora de buscar un trabajo estable relacionado con el arte es la falta de confianza:
“Buscan gente con más de tres años de experiencia, y claro, si yo, por ejemplo, acabo de terminar mis estudios, ¿qué clase de experiencia se puede esperar de mi en ese campo?, ¿es menos apto mi trabajo? Si no nos dan la oportunidad de mostrar nuestro talento siempre estaremos estancados en ese punto”.
Por otro lado, a la hora de definir su estilo Lydia concluye que no lo tiene muy claro, pero sigue trabajando para encontrar uno propio y único:
“Estoy centrada en el dibujo digital y aprendiendo el uso de diferentes programas de diseño. Si tuviera que elegir algún estilo con el que describirme tal vez sería el manga y el cómic, aunque con los años he intentado desarrollar un estilo intermedio. También diría que me gusta lo contrario al realismo porque en lugar de plasmar las cosas tal cual son prefiero mostrarlas y crearlas desde mi perspectiva; creo que eso les da un toque mágico”.
Pese a que Lydia ya cuenta con algo de experiencia y recibe diversos encargos tiene claro que no quiere dejar de crecer: “Apenas he logrado un 10% de lo que me gustaría conseguir. Deseo poder crear mi propio estudio, trabajar fuera de España, publicar algún manga o cómic y dar a conocer los libros que estoy escribiendo.
Sin más, la artista ofrece un último consejo para aquellos interesados en el mundo del arte que conviene no olvidar:
“No importa cuantas veces rechacen tu trabajo, que a algunas personas no les guste no quiere decir que esté mal. Las opiniones de unos no son las de otros. Es algo que a veces cuesta comprender, pero lo que para algunos carece de valor, para otros es oro puro”.
Si están interesados en conocer más sobre esta artista o realizar algún encargo pueden encontrarla en Instagram como lyd.kitsune.art y en su tienda de RedBubble como kitsune--art.
Rebeca Bermúdez
Rebeca, valdepeñera, trabaja realizando retratos o láminas por encargo y también ha diseñado logos e imágenes promocionales para la Asociación ROSAE de Valdepeñas (que lucha por las mujeres que han sufrido y sufren cáncer de mama). Sin embargo, lleva enamorada del arte desde antes de que pueda recordar y en su caso ella también realizó el Bachillerato de Artes en el Instituto Bernardo de Balbuena de Valdepeñas y completó su formación en la Escuela de Arte de Toledo con un Grado Superior de Ilustración.
“Todo empieza de pequeña, en plástica, con la plastilina, las témperas, las acuarelas…. Me quería aproximar más a ese mundo, me gustaba muchísimo y quería indagar más, sobre las técnicas, sobre los materiales, sobre la historia del arte… Pero sobre todo me di cuenta de que lo que quería era crear arte”.
Por otro lado, en lo que respecta a su técnica y su estilo Rebeca se inclina más por el arte digital:
“Prefiero el digital porque me resulta más cómodo por las condiciones de trabajo. En mi casa no tengo caballete ni el espacio óptimo para realizar este tipo de obras. Por otro lado, el digital te da más libertad para crear, para probar, es por ello que me gusta más… Sin embargo, en un plano más tradicional también me gusta trabajar con acuarela, con témpera y grafito”.
Además, asegura que quiere dedicarse a esto sin ninguna duda y que, aunque sea difícil, va a darlo todo por conseguirlo. Eso sí, el principal inconveniente para Rebeca es la falta de valorización con la que cuenta el trabajo de los artistas:
"Me he encontrado con personas que decían que era un precio muy alto para una simple ilustración, un retrato o una sesión fotográfica. De lo que no se dan cuenta es de que nosotros hemos estudiado mucho y seguimos haciéndolo para descubrir nuevas tendencias y ofrecerles un resultado de calidad.”
Por último, Rebeca también ha querido compartir con aquellos que están empezando un pequeño consejo:
“A la gente que está empezando me gustaría decirles que la búsqueda de un estilo lleva años, e incluso va cambiando mucho. No hay que darse por vencido y hay que intentarlo. Yo llevo relativamente poco, pero hay mucha gente que lleva años y ha sido a los treinta cuando ha empezado a triunfar”.
Podéis encontrarla fácilmente buscando Beca44 en Google, pero es muy recomendable visitar su página de Instagram r_beca_44 y su tarjeta virtual donde podéis encontrar más información.
Natalia Merlo
Nació en Pinto, Madrid, pero Natalia ha vivido desde los tres años en Valdepeñas, donde se ha ido instruyendo en este terreno. En su caso ella es artista plástica y se ha formado en los Talleres de Artes Plásticas de Daniel de Campos, ha realizado actividades en el Museo Municipal de Valdepeñas y, tras ganar diferentes concursos en fotografía y cartelería, se decidió a estudiar el grado universitario de Bellas Artes en la Comunidad de Madrid. Ahora, tras acabar el máster de profesora de secundaria, Natalia se labra un futuro como educadora, pero tampoco tiene previsto dejar de lado la posibilidad de triunfar como artista, que sigue siendo uno de sus sueños.
“El arte de Valdepeñas me ha marcado siempre. Recuerdo visitar desde muy pequeña la Exposición Internacional de Artes Plásticas y también ir a todas las actividades organizadas por la Concejalía de Cultura para aprender y conocer más sobre este mundo.
Diría que lo que me apasiona del arte es que es una forma de contar historias a través de experiencias y emociones, plasmandolas en obras pictóricas y escultóricas”, comenta.
En su caso, Natalia ha disfrutado de una beca en Alemania para realizar un proyecto performance sobre la seguridad personal y ha desarrollado trabajos de diseño en Madrid que muestran una gran versatilidad estilística:
“Es difícil definir mi estilo, me gusta experimentar con diferentes técnicas, no solamente me cierro en la pintura, sino que también hago trabajos de fotografía y escultura. Sí es cierto que me gustan mucho los temas que guardan relación con el cambio climático y con los animales, pero busco una mirada distinta. Creo que el existencialismo es una de mis vertientes preferidas”.
Finalmente, en lo referente a la igualdad entre hombres y mujeres, el arte siempre ha sido un terreno en el que ellos han contado con mucha más presencia, pero afortunadamente podemos decir que a día de hoy las mujeres ya cuentan con un buen empuje que les permite estar a la par de sus compañeros:
“Es complicado, pero eso no quiere decir que no haya mujeres artistas. De hecho, gracias al feminismo y a la búsqueda de la igualdad hoy se están descubriendo muchas nuevas artistas y creo que eso ayuda a que más mujeres se unan. Todos luchamos por un mundo en el que tengamos las mismas oportunidades”.
Si están interesados en conocer más de Natalia o de su obra no olviden visitar su cuenta de Instagram nmerloart.
Mari Paz Toledo
Por último, Mari Paz, también de Valdepeñas, es artista independiente y trabaja haciendo encargos tanto en digital como tradicionales. En su caso, ella realizó el Bachillerato de Artes en el Instituto Bernardo de Balbuena y estudió el Grado Superior de Ilustración en la Escuela de Arte de Toledo, aunque no pudo finalizarlo porque se vio en la necesidad de trabajar.
“Desde pequeña siempre he sentido una liberación a la hora de dibujar, es como si consiguiera salir de mis problemas cuando me expreso dentro del papel y es algo que amo y me da vida desde antes de que pueda recordar”.
En lo que respecta a su estilo, lo cierto es que en estos momentos Mari Paz se centra especialmente en la demanda de sus clientes y procura establecer un perfil empresarial competente:
“Hago láminas de personajes famosos, de películas, de series y realizo encargos personalizados, con mi enfoque propio, pero primando el gusto del consumidor. Ahora mismo resulta complejo establecer si tengo una marca propia porque estoy muy orientada al terreno comercial para vender más láminas y así alcanzar al mayor público posible. En cualquier caso, realizo dibujos realistas y me centro mayormente en el dibujo digital. Sin embargo, es cierto que últimamente me interesa mucho experimentar con ceras blandas, porque es una técnica que permite jugar con distintas intensidades y texturas dentro de la obra”.
Mari Paz también comenta que resulta complejo ganarse la vida solo con el arte porque es difícil obtener una demanda estable que valore tu trabajo.
"Te dicen que cómo van a pagar tanto por un dibujito, pero la gente no piensa en todo lo que hay detrás, tanto la formación como el tiempo y el dinero invertidos en realizar la obra", explica.
Sin embargo, asegura que lo que no tiene pensado es rendirse porque tiene muy clara su meta:
“Hay muchísimo trabajo por delante, pero para eso estoy trabajando en ello. Mi familia y mi pareja me apoyan, que es algo esencial, y creo que poco a poco lo conseguiré”.
Una vez más, si quieren conocer más de Mari Paz y su arte pueden visitar su nueva página de Instagram Puchipu_art.
No olviden que perseguir un sueño siempre resulta complejo, pero que con esfuerzo y tenacidad es más sencillo que se haga realidad. El miedo muchas veces nos aleja de aquello que deseamos y aunque no es bueno perder la cabeza, tampoco es malo soñar si detrás hay talento y sacrificio. No en vano decía Picasso, “Siempre estoy haciendo lo que no puedo hacer, para poder aprender a hacerlo”.