A la vez que la COVID-19 fue inundando los pasillos de los hospitales, también acaparó todas las consultas de atención primaria que realizan los centros de salud a diario. La pandemia ha postergado la detección precoz de muchas enfermedades que ya estaban instaladas en nuestra sociedad y a lo que se ha sumado el deterioro progresivo que se ha acumulado en años de crisis de los fondos públicos.
Por eso Amnistía Internacional ha realizado el informe “La otra pandemia”, utilizando datos objetivos de Castilla-La Mancha, Madrid y Cataluña por ser las tres regiones que más casos tuvieron en la primera ola y también donde gobiernan diferentes partidos políticos. Quieren dejar esto en evidencia y denunciar la falta de profesionales y de material sanitario para abordar la nueva situación nacional.
El informe recoge testimonios de enfermeras, médicos, pacientes de enfermedades crónicas, representantes de asociaciones, entre otros, con los que se ha concluido que la atención primaria ya estaba debilitada y la pandemia no ha hecho otra cosa que mermarla por completo.
Los migrantes y las mujeres han sido una vez más los más damnificados por esta merma y además desde la asociación exclaman que la atención telefónica no sirve para todo, por eso piden que se aumente el presupuesto y la dotación material.