domingo. 09.03.2025

El valor de la igualdad

Artículo de la consejera de Igualdad, Sara Simón, con motivo del Día Internacional de las Mujeres
20250217 Presentación cartelería adaptada _ Iniesta 2
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Aunque celebramos y conmemoramos cada 8 de marzo desde hace más de un siglo, el de este año se convierte en una fecha más especial porque se cumplen 30 años de la celebración de la Cuarta Conferencia de la Mujer en Pekín. Un encuentro mundial que supuso un antes y un después en el compromiso internacional con los derechos y el empoderamiento de millones de mujeres en el mundo.

Desde entonces, 189 países han incorporado leyes y medidas orientadas a acabar con la desigualdad y a hacer frente a la violencia de género, empezando a dibujar sociedades más igualitarias, como la nuestra, en las que mujeres y hombres tengamos los mismos derechos reconocidos, pero también las mismas oportunidades y el mismo reconocimiento.

Que aún nos queda un largo camino por recorrer es una realidad, pero cada 8 de marzo podemos y debemos celebrar que nuestro país es uno de los más avanzados del mundo en esta materia, y que Castilla-La Mancha sigue siendo una región referente.

Hemos liderado los avances, con leyes que en algunos casos siguen siendo únicas en el país. Contamos con una de las redes de recursos para mujeres más extensas de España y de Europa, desde la que combatimos con firmeza el terror de la violencia machista. Y gracias a políticas de igualdad absolutamente transversales, nos consolidamos como una de las regiones que más ha reducido su tasa de paro femenino, que ayuda a miles de emprendedoras a poner en marcha y a consolidar sus negocios, que apoya decididamente a las investigadoras o que lidera, también, la incorporación de las mujeres al campo, siendo la segunda comunidad con mayor número de explotaciones agrícolas o ganaderas de titularidades compartidas.

Castilla-La Mancha no va a dar ni un solo paso atrás porque nuestro compromiso con una sociedad igualitaria, y por tanto más justa, es inquebrantable. Tanto es así que 2025 será un año determinante, no solo por la tramitación de una ley de medidas para seguir reduciendo la brecha salarial -algo por lo que la región volverá a ser pionera-, sino por la elaboración del III Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres 2027-2032.

Pero la realidad a nivel global es mucho más compleja, por culpa de una ola ultraconservadora que entre sus objetivos principales ha situado el de la eliminación de las políticas de igualdad, con un nivel de aceptación preocupante, especialmente entre las generaciones más jóvenes. En este contexto, es necesario analizar en qué estamos fallando y, sobre todo, recuperar la pedagogía con la que debemos hacer ver, especialmente a quienes sostienen esas posiciones negacionistas, que la igualdad no va contra nadie y que, de hecho, beneficia a todas las personas.

Que madres y padres tengamos los mismos permisos para el cuidado de nuestras hijas e hijos, es igualdad. Que ninguna niña renuncie a ser científica, matemática o tecnóloga, es igualdad. Que el sexo no condicione nuestro reconocimiento social, nuestro salario o nuestra carrera profesional, también es igualdad.

Debemos responder a esta ola de negación potenciando el valor de la igualdad entre la sociedad, educando y formando a nuestra juventud en parámetros absolutamente igualitarios, libres de roles y estereotipos de género. Que entiendan que no se trata de ser más o de ser menos, sino de ser exactamente iguales para que, en ningún caso, el sexo condición o determine nuestras oportunidades.

Como hace 30 años en Pekín, vamos a seguir avanzando. Vamos a hacerlo recordando a las mujeres que a lo largo de la historia han contribuido a que la sociedad de hoy sea mucho mejor que la sociedad de hace 100 años. Nuestra responsabilidad es que los próximos 100 años sean aún mejores y que juntas y juntos sigamos construyendo esa sociedad plenamente igualitaria a la que aspiramos, desde la convicción, la pedagogía y, también, desde el optimismo.                                                                                                                                 

Sara Simón Alcorlo. Consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha

El valor de la igualdad