“Si en estos meses no se toma un tipo de medida, este Gobierno de Castilla-La Mancha, antes de diciembre, presentará una iniciativa legislativa a las instituciones nacionales para que se apruebe un proyecto de armonización fiscal en algunos impuestos, que no deben llevar nunca a enfrentamientos entre territorios de España”. Así se ha pronunciado esta mañana, desde la capital conquense, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en el marco de la presentación del proyecto de parque ecoturístico Toroverde y la empresa hotelera Nayara con proyección en Cuenca.
El jefe del Ejecutivo de Castilla-La Mancha ha abogado, en este mismo sentido, por un escenario en el que se puedan establecer armonizaciones fiscales “y donde no juguemos a ser más demagogos unos que otros”. “¿Cómo es posible que intentemos cohesionar fiscalmente Europa y en España vaya cada uno por su cuenta?”, se ha preguntado el mandatario regional, convencido de que “para eso no se han inventado las autonomías”.
En su argumentación, ha explicado que se inventaron para hacer más fáciles los servicios a la ciudadanía, no para que “algunos quieran romper España ni para la demagogia fiscal”. Al jefe del Ejecutivo regional le preocupa “lo que escucho de algunos dirigentes del PP, que si viniera de políticos vascos dirían de ellos que están rompiendo España”. “Voy a defender que en España los impuestos no sirvan para un país con más dramas e incertidumbres. Hay que proceder con el sentido común y la coherencia”, ha matizado.
El presidente de la Junta, que se ha mostrado hoy especialmente contento por el reporte económico y de generación de empleo que estas empresas llevarán a la provincia de Cuenca, ha insistido en que su objetivo es que a Castilla-La Mancha lleguen empresas de todas partes del mundo, y de España también, pero “no voy a hacer una causa política para decir que tienen que venir empresas de Madrid o Cataluña. Eso es tirarnos piedras a nuestro tejado como españoles”, ha puntualizado.
En Castilla-La Mancha no hay incertidumbre
En este orden de cosas, el presidente García-Page ha significado la estabilidad institucional que tiene Castilla-La Mancha por bandera, así como la buena relación que el Ejecutivo que preside guarda con la patronal y los sindicatos. Y es así porque aquí, ha explicado, “está prohibido que los políticos que se relacionan con estas empresas tengan algún tipo de interés con ellas”. A lo que ha añadido que “no podéis contratar ni hacerles ningún favor a ninguno de los que trabajan conmigo. Así trabajamos en esta tierra y trabajamos de frente”.
“Aquí en Castilla-La Mancha no hay incertidumbre”, ha proseguido, recordando que “si decimos que hay Presupuestos, los va a haber. Somos el territorio con menos incertidumbre del país”, ha dicho, destacando, asimismo, el alto grado de certidumbre que vive la región y es así, ha apuntado, “porque tenemos muy claro que los intereses generales estarán siempre por delante de los intereses de mi partido y por supuesto, por delante de los de todos los partidos juntos”.
Una tierra noble
“Ésta es una tierra noble”, ha subrayado el presidente de Castilla-La Mancha en alusión al carácter de la sociedad castellanomanchega, al tiempo que ha presumido de historia y arraigo al recordar que la ciudad de Cuenca tiene el fuero de derechos ciudadanos más antiguo del mundo.
“Aquí no pregonamos el odio”, ha manifestado, considerando que esa, la del enfrentamiento, sería la postura más fácil, “lo difícil es apostar por lo que nos une y no lo que nos separa”, ha argumentado, concluyendo a su vez que “independientemente de cómo vaya la marea aquí, las corrientes de fondo son buenas”.